Hasta el momento, Biden ha recabado 253 votos electorales de los 270 que necesita para proclamarse vencedor de los comicios, mientras que Trump contabiliza 213.

Cualquiera que gane tendrá que configurar su gabinete y se dará cuenta de que existe una profunda diferencia entre llevar a cabo una campaña electoral y gobernar.

Biden, que con la victoria en Wisconsin ha aumentado sus posibilidades de resultar elegido, aventaja al presidente por unos 20.000 votos.

Hoy este país acude nuevamente a las urnas en un ambiente de absoluta polarización y crispación social, paralizado por el mal manejo de la pandemia del covid-19.

La victoria de Biden en Arizona, un estado que ganó Trump en 2016, le ha dado un balón de oxígeno y podría alcanzar los 270 votos en el Colegio Electoral incluso sin Pensilvania.

La brecha de votos entre Trump y Biden se cierra a medida que avanza el conteo de votos, sin embargo, ninguno de los candidatos se ha adelantado a declarar victoria.

Enfrentamientos entre simpatizantes de ambos candidatos, encuestas disparejas y bastante expectativa calientan el ambiente electoral en Estados Unidos.

En estas elecciones existen 538 votos electorales a nivel nacional, de ese número global un candidato necesita de 270 “colegios electorales” o “votos por estado” para ser presidente.

El discurso agresivo de Trump en contra de los migrantes latinoamericanos ha generado un rechazo por parte de la sociedad civil de países con altos flujos de migración.