Desde joven se involucró en la defensa de las causas justas de su país. Hace 57 años lideró una rebelión contra la dictadura de Batista. Sus allegados destacan su humildad y capacidad de aprendizaje, pero también su severidad y exigencia. Sus reflexiones son respetadas a pesar de su retiro. Su historia es la de un revolucionario profesional.

El líder cubano asistió a 2 ceremonias de posesión: a la de Rodrigo Borja, en 1988; y a la de Lucio Gutiérrez, en 2003. Su primer arribo fue en 1971, en Guayaquil. Quito y La Habana habían roto relaciones diplomáticas 10 años antes. En 2002 fue invitado a la inauguración de la Capilla del Hombre, obra de su amigo Oswaldo Guayasamín, quien había fallecido 3 años antes. En 2002 se registró un hecho político inesperado: su reunión con el expresidente León Febres-Cordero, en El Cortijo.

La Revolución activó en la isla un proceso de transformación profunda, que incluyó la reforma agraria y la nacionalización de sectores estratégicos. Dispone del mejor sistema de protección social de la región.