El Ejército se solidarizó con las familias de las víctimas y exhortaron al cese de los actos de violencia que ya suman 51 muertos y 400 heridos en menos de un mes.

Los universitarios rechazan que los crímenes sean investigados por la “Comisión de la Verdad” del Parlamento, controlado por el gobierno.

El matrimonio presidencial mantiene un férreo control sobre todas las instituciones del Estado: el Ejército, la Policía, el Congreso y el Tribunal Electoral de Nicaragua.

Entre los fallecidos por disparos de las fuerzas de seguridad, hay un periodista que transmitía en vivo los acontecimientos.

Las manifestaciones de los estudiantes son apoyadas por barrios, obreros, jubilados y los empresarios que denuncian la represión de Daniel Ortega.