Las familias beneficiadas recibieron capacitaciones teóricas y prácticas por parte de funcionarios y técnicos del Ministerio de Ambiente.

Los “curanderos” atienden a sus clientes los martes y los viernes. Emplean plantas medicinales que son traídas de las montañas. El costo de los tratamientos está entre los $3 y $7 dependiendo del lugar de la ciudad donde se hagan.

Muchas de las plantas medicinales crecen sobre los 4.000 msnm, entre estas podemos encontrar unas que se toman en infusión como la carqueja y la chuquiragua.

En estos pintorescos lugares se venden plantas medicinales y bebidas consideradas saludables, porque curan males de la garganta, dolor de piernas, entre otros.

Quienes expenden estos productos aseguran que tienen la cura para muchas enfermedades. Existen sitios estratégicos en donde se los comercializa.

En Riobamba, un grupo de agricultores se ha dedicado a la siembra de especies que sirven para preparar remedios naturales. Las mujeres indígenas están dedicadas a este tipo de actividades que incluyen limpias.

Hace no muchos años, los jardines de los cuencanos se convirtieron en verdaderas “boticas”. Sus habitantes sembraban diferentes hierbas que luego servían para preparar brebajes y aliviar sus dolencias.