El territorio nacional es el hogar de foráneos de distintas partes del mundo que recibirán el nuevo año entre sus costumbres y las tradiciones del país que les acoge. Lo que más les llama la atención, por ser único en la región y el mundo, es la representación de las viudas (hombres vestidos de mujer que lloran a su difunto).

Los artesanos compran ropa usada y dan vida a personajes públicos a través de una careta. Los precios módicos hacen que la gente los prefiera.

Dejar la tradicional cena en casa y unirse a los festejos en otros lugares es una tendencia que cobra impulso en Ecuador. Las ofertas son variadas y con precios para todos los presupuestos.

Empleados públicos y privados aprovecharon el último día laborable para quemar el “año viejo”. La venta de monigotes prolifera en todas las vías.

Médicos particulares y de hospitales advierten sobre las emanaciones que se generan durante el ritual que se repite cada 31 de diciembre. Los expertos recomiendan que se incinere muñecos pequeños y se evite la pirotecnia.