En esta fiesta democrática, paradigma de la igualdad porque el voto de Sutano no vale más que el de Perencejo, el sufragio es obligatorio para los ecuatorianos mayores de 18 años y facultativo para las personas mayores de 65.

Estamos a las puertas de unas elecciones y ante esta coyuntura tenemos dos opciones: una, seguir siendo ciudadanos, y dos, dejar de serlo y permitir que nos vean desde sus intereses políticos como militantes u opositores, es decir como serviles o sediciosos.