La directora ecuatoriana Gabriela Calvache dice sentirse satisfecha con lo que logró su película La mala noche. Se mostró encantada con la elección de Dolor y gloria.

El camino para visibilizar los filmes del país con los jurados está en manos exclusivas de sus productores.

La última vez que los Oscar se celebraron sin un maestro de ceremonias fue en 1989, cuando el productor Allan Carr decidió reunir a una pléyade de nombres ilustres sobre el escenario en vez de contar con un solo presentador.