La ciudad y provincia de Loja, que aportaron grandes figuras a la Revolución Juliana (Ayora, presidente, y varios jóvenes integrantes  de la Liga Militar), son hoy  clave para la integración de América del Sur, facilitando la integración horizontal que interconecta el Pacífico con el Atlántico por la vía interoceánica que desde Puerto Bolívar pasa por Loja, hasta llegar al Puerto de Sarameriza en Perú.

Gracias al liderazgo de su alcalde, Dr. José Bolívar Castillo, desde su primera administración, Loja sigue haciendo historia en muchos frentes, especialmente como ciudad de cultura, pionera en la protección del medio ambiente urbano, con la ejecución de un exitoso programa de gestión integral de residuos sólidos.

En junio de 2015 fue sede del Congreso Internacional de Historia, coauspiciado por la Academia Nacional de Historia de Ecuador. Las ponencias fueron compendiadas por el historiador José Carlos Arias, director del Archivo Histórico de la ciudad, en un libro de antología, Loja Histórica.

En esta ocasión me enteré del Plan de Acción para Loja - Siglo XXI, que da prioridad a la atención y apoyo a los ciudadanos desfavorecidos y marginados, protección y conservación del medio ambiente, con el centro de gestión integral de manejo de residuos sólidos, uno de los programas pioneros en este campo en Ecuador, y la realización de actividades para la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos.

El programa es considerado modélico también a escala internacional, eje importante del surgimiento de la cultura del reciclaje.

Un aspecto fundamental del programa es el aprovechamiento de los residuos orgánicos desde enero de 1998, cuando se inició el compostaje por lombricultura de las basuras de los mercados. Los residuos biodegradables son utilizados para la fabricación de compost como fertilizante alternativo.

Por la participación ciudadana y la protección ambiental, en diciembre de 2001 Loja recibió el premio Nations in Bloom, y en 2002 fue seleccionada como la mejor, en el Concurso de Buenas Prácticas, patrocinado por Dubái, entre otras razones, por el empleo de tecnología infraestructural, sistemas y técnicas de gestión, creación de redes, soporte lógico, transferencia de tecnologías, erradicación de la pobreza, creación de puestos de trabajo, infraestructuras, comunicaciones y transporte: uso y producción de la energía; abastecimiento de agua potable; gestión y tratamiento de residuos.

Para esta columna entrevisté al Ing. Yohnel Ramírez Armijos, actual coordinador del centro de reciclaje, quien me envió el libro El reciclaje. Oportunidades para reducir la generación de los desechos sólidos y reintegrar materiales recuperables en el círculo económico, que debería ser ampliamente divulgado.

La estrategia, en general, ha sido una continua campaña de información y seguimiento destinada a todas las partes implicadas, que ha logrado capacitar a los recicladores e integrarlos a un ambiente de trabajo digno y organizado. (O)