Señor Orlando Pérez

Director de diario EL TELÉGRAFO

Sr. Director, estoy harta de que este periódico sirva solo para tergiversar la información y hacer daño a las personas que no somos de la línea correísta, este es el peor mal ejemplo de un medio de comunicación en manos de un gobierno, y por eso solicito réplica y rectificación conforme el derecho constitucional que me asiste, art. 66 numeral 7:

Parte de su publicación:

“La aspiración de contar con una radio y televisión comunitaria divide a la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie). La organización presentará hoy la propuesta a la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) que lleva adelante el concurso de asignación de 1.472 frecuencias de radio y televisión. La iniciativa surge a pesar de que integrantes de la misma organización, como Lourdes Tibán, asambleísta por Pachakutik (PK)...”.

No hay ninguna división y peor contradicción con la Conaie en este tema, porque desde 2009 he venido cuestionando al gobierno de Correa, que se cumpla con la Constitución y se entregue a las colectividades el 34% de frecuencias o espectro radioeléctrico como manda la Constitución, por eso apoyo que Conaie, Feine, Fenocin, Ecuarunari, Confenaie, las universidades, los ecológicos, los GLBTI, y todos los que se denominan colectivos o comunitarios, hasta el colectivo ‘Ay Pame contigo siempre’; deberían haber tenido ya sus frecuencias para radio y TV, no como una dádiva del correísmo, sino como un derecho constitucional.

Rechazo esa intención del periódico de decir que la Conaie quiere radio y televisión, pero Lourdes Tibán está en contra, esta afirmación no solo falsea la verdad, sino que también intenta decir a los ecuatorianos que la subasta de 1.472 medios de comunicación la están haciendo porque la Conaie lo ha requerido. Esto no es verdad, la Conaie no apoya la subasta de medios, lo que hace es exigir su derecho dentro del 34%.

En tal razón no he cambiado el criterio frente a la inmoral y antiética subasta de medios en épocas de campaña y públicamente he pedido que se suspenda este proceso porque, más allá de querer otorgar frecuencias a los colectivos, esta maniobra del Gobierno intenta amedrentar y callar a los medios, y tener en sus manos para la campaña electoral de 2017.

¿Por qué no lo hizo en 10 años, y por qué lanza este proceso cuando el Gobierno está de salida ?

¿Cómo se explica que esta subasta de 1.472 medios se termine justo en diciembre de 2016?

¿Cómo se explica que en enero, cuando empiece la campaña, los medios tendrán nuevos dueños y nuevas reglas de comportamiento afín al correísmo?

¿Cuál es su miedo y por qué no aplica el informe de Contraloría de 2009 sobre los medios que deben ser revertidos las frecuencias, o ahí están sus compinches que apoyan al Gobierno?

¿Por qué desde 2013 no aplicó el artículo 106 de la Ley de Comunicación, que ordena la distribución equitativa de frecuencias?

¿Acaso la subasta de medios debe ser una salida cuando el Gobierno ha bajado en las encuestas al 25% de apoyo de la ciudadanía?

Ya veré en diciembre cuando salga la lista de los nuevos concesionarios, si tengo la razón o no, de insistir que se suspenda la subasta, y que deje que el nuevo Gobierno lleve este proceso con transparencia y sin afectar la libertad de expresión.

A la Conaie y otros colectivos, por derecho, historia y lucha, les corresponde una frecuencia nacional de radio y televisión, derecho que lo pelearemos siempre de pie y nunca de rodillas. (O)

Lourdes Tibán