Ecuador, vicepresidente del Grupo Regional, en Río+20
Río de Janeiro/ Brasil.-
Ecuador fue nombrado ayer para asumir la Vicepresidencia para América Latina de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable Río+20, que inició ayer en Río de Janeiro, Brasil. El país aprovecha la cita ambientalista para promover la iniciativa Yasuní ITT.
El cónclave, que busca un acuerdo global entre los gobiernos de las naciones ricas y pobres para frenar la degradación ambiental del planeta y combatir la pobreza, fue inaugurado ayer por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, y la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, que preside la conferencia.
El presidente Rafael Correa, quien participa en la cita, expresó que es un “honor” que se haya designado a Ecuador para asumir la Vicepresidencia del grupo regional de este foro medioambiental.
El gobernante viajó acompañado del canciller Ricardo Patiño; María Fernanda Espinosa, ministra Coordinadora de Patrimonio; Marcela Aguiñaga, ministra del Ambiente; Freddy Ehlers, titular de Turismo; Mireya Cárdenas, secretaria de Pueblos, entre otros funcionarios.
La delegación ecuatoriana llegó ayer a la conferencia con cuatro propuestas: El Buen Vivir como alternativa de desarrollo, impulsar la declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza, establecer un nuevo orden económico internacional y nueva arquitectura financiera; y plantear el desarrollo sostenible a la cultura.
Al disertar en un foro paralelo a la sesión plenaria de la Cumbre Río+20 al que asistieron unas 200 personas, el mandatario resaltó la iniciativa Yasuní ITT, campo reconocido como biomegadiverso, donde aspira mantener bajo tierra 846 millones de barriles de petróleo a cambio de una compensación internacional para evitar la contaminación ambiental.
El gobernante explicó que esa cantidad estimada de crudo equivale al 20% de las reservas del país, por lo cual propone a la comunidad internacional la contribución de al menos 3.600 millones de dólares, equivalentes a la mitad de los ingresos en caso de realizar la explotación del recurso.
Michelle Bachelet, secretaria Ejecutiva de ONU Mujeres, señaló que no es la primera vez que Ecuador invita a pensar en las causas fundamentales, y citó el proyecto del Sumak Kausay o Buen vivir, concepto que ese país incorporó a su Constitución y que contempla el desarrollo para una vida digna.
Helen Clark, administradora del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, manifestó esperanzada que la comunidad internacional comparta esta iniciativa y asuma la responsabilidad de conservar la riqueza de la selva amazónica.
Ute Koczy, miembro del parlamento de Alemania, reconoció que el Proyecto Yasuní despertó el interés de su nación, al punto de que en mediodía se lograron recolectar 120 mil firmas para apoyarlo.
Correa, que tiene previsto participar hoy en la plenaria de la Conferencia de Río+20, confesó que no tiene muchas expectativas sobre los resultados de esta cumbre, pues afirmó que el problema climático no es técnico sino político.
En este contexto, el gobernante adelantó que hoy, durante su ponencia, hablará sobre la “injusticia” respecto al consumo de un bien público como es el ambiente. “Vamos a demostrar cómo los países ricos son los que más consumen, los que más contaminan y los que menos contaminamos somos los países de la cuenca amazónica”, dijo.
Correa sostuvo ayer un encuentro bilateral con el jefe del gobierno español Mariano Rajoy, además tenía previsto reunirse con el filósofo y sociólogo francés Edgar Morin. Un total de 86 jefes de Estado y de Gobierno participarán en la cumbre, que se extenderá hasta mañana.
La conferencia sobre Desarrollo Sostenible Río+20, la mayor celebrada en la historia de la ONU, tiene lugar 20 años después de la Cumbre de la Tierra de 1992, que tomó decisiones para hacer frente al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desertificación.
Ban Ki-moon lamentó los pocos avances que se han registrado en el mundo desde Río92, tras lo cual señaló que durante Río+20 habrá una “segunda oportunidad” para avanzar en esta materia.
Sin embargo, el secretario general de la ONU admitió que también el acuerdo sobre el texto final de la actual Conferencia es poco ambicioso “debido a los diferentes intereses de los países” y unas “muy difíciles y lentas negociaciones”.
Rousseff, por su parte, señaló que aún existen desafíos por enfrentar, tras lo cual enfatizó que los países tienen en la actualidad las condiciones para “vencer las dificultades y promover el desarrollo sustentable”.