La ministra de Cultura, Érika Silva, ordenó tras su visita a Conambo (Pastaza),  la terminación unilateral del contrato de construcción del Centro Cultural del lugar. La funcionaria argumentó que la edificación no se ha ejecutado bajo los parámetros requeridos y que, además,  ha dispuesto  una auditoría técnica con el fin de exigir en el futuro la terminación de la obra. 

La decisión fue tomada luego de verificar que la construcción del Centro  no estaba concluida, pese a que  el Alcalde del cantón Pastaza (cuya cabecera cantonal es Puyo), Germán Flores, le habría informado que todo estaba listo.

Para la ejecución de este proyecto  se logró un acuerdo tripartito entre la comunidad de Conambo, el Municipio de Pastaza y el Ministerio de Cultura; este último entregó  al Cabildo amazónico 100 mil dólares para la ejecución de los trabajos.

La constructora Torres-Torres & Caicedo ganó la licitación y obtuvo el contrato.
Los habitantes de Conambo denunciaron a la Ministra Silva que la municipalidad de Pastaza nunca realizó  seguimiento de las obras; que el fiscalizador tampoco asistió al sitio y que el contratista les adeuda más de 8.000 dólares a varios pobladores por trabajos  realizados.

El alcalde Flores, quien había comprometido  su presencia con antelación;   no asistió al recorrido. Otro de los ausentes fue el contratista.

Entre los objetivos que se propone lograr con el Centro, está el rescate de  la lengua zápara, que se encuentra en peligro de extinción. Este idioma fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

El director provincial del Ministerio de Cultura, Patricio Salazar, señaló que el Centro debió ser entregado en abril del 2011 y que falta la colocación de  sanitarios, instalaciones hidrosanitarias e instalaciones eléctricas. Además,  que se observa una mala ejecución en las diferentes etapas constructivas.

Byron López, director de Obras Públicas del Municipio,  argumentó que la ejecución de la obra alcanza el 95 por ciento y acusó a la comunidad por el retraso, alegando que hubo  mala voluntad y falta de  apoyo al contratista; además de que habría sido  difícil obtener los materiales. También aseguró que los 100 mil dólares entregados por el Ministerio no fueron suficientes  y que para concluir la obra,   el Municipio debió asignar 40 mil dólares.