Ecuador, 25 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Un tesoro natural En la provincia de esmeraldas

La reserva Galera-San Francisco es la segunda más extensa después de Galápagos

En este lugar hay muchos peces asociados a fondos rocosos y coralinos, como el tiburón ballena. Foto: Región Norte
En este lugar hay muchos peces asociados a fondos rocosos y coralinos, como el tiburón ballena. Foto: Región Norte
11 de octubre de 2015 - 00:00 - Redacción Regional Norte

Situado al suroeste de la provincia de Esmeraldas se encuentra un lugar cuya riqueza biológica es comparable con la del archipiélago de Galápagos.

Se trata de la Reserva Marina Galera-San Francisco, donde, según varios inventarios, hay muchas especies de moluscos, invertebrados y peces. Incluso cuenta con una gran diversidad de ambientes costeros y submarinos como playas de arena, de roca y esteros en donde el bosque llega hasta las orillas del mar.

Esta reserva está localizada a lo largo de 37 kilómetros del borde costanero en la provincia verde. En esta zona incluso se prohibió la pesca de las langostas espinosas debido a que un estudio del Instituto Nazca de Investigaciones Marinas reveló que, de forma paulatina, se iba reduciendo el tamaño del crustáceo.

Esta disminución alertó a los biólogos sobre una posible extinción de esta especie de langostas.

Desde 2004, los investigadores del Instituto Nazca han enfocado sus esfuerzos de investigación y conservación en la costa norte de Ecuador, en particular, en la Península de Galera-San Francisco.

Esta zona fue identificada como un área prioritaria para la conservación de la biodiversidad acuática e incluso fue designada como Reserva Marina; categoría que, según la ley ecuatoriana, tiene un enfoque de uso múltiple e implica un manejo incluyente y participativo en el que los objetivos de conservación inciden directamente en el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades locales.

La Reserva Marina Galera-San Francisco posee una gran diversidad de hábitats marino-costeros que albergan especies propias de las zonas tropicales.

Entre los entornos más representativos están los bosques de gorgonias y otros tipos de corales. Existe evidencia de que la mayor población de Antipatharia (coral negro) de Ecuador se encuentra en esta zona.

También existe una gran diversidad de peces asociados a fondos rocosos y coralinos, muchos de ellos potencialmente importantes como atractivos turísticos, como el tiburón ballena, y varias especies relevantes para la pesca como son la corvina de roca, el pargo y el dorado.

De acuerdo con la página web de la organización Conservación Internacional, esta reserva tiene más de 56.500 hectáreas y además de su importante biodiversidad marina, presenta características naturales únicas, pues es el hogar de más de 20 especies de mamíferos marinos, como ballenas y delfines, peces e invertebrados típicos de ambientes cálidos.

“Esta riqueza puede dinamizar la economía local, cada vez hay una mayor demanda interesada en destinos donde el principal atractivo es la calidad de las condiciones ambientales y la riqueza de los ecosistemas naturales presentes”, precisan los investigadores de Conservación Internacional.

Para evitar que el turismo afecte a esta reserva, se emprendió un programa de turismo del Plan de Manejo y se identificaron varias zonas de uso turístico para satisfacer las expectativas de un amplio rango de visitantes, desde quienes buscan tranquilidad y descanso, hasta aquellos turistas que disfrutan de la observación de la vida silvestre y la aventura moderada.

Este programa establece medidas de manejo directas e indirectas y define un protocolo de monitoreo para evaluar los impactos ambientales y sociales del turismo en la reserva, asegurando un turismo sostenible en esta importante área protegida. Además, el programa incluye la caracterización, evaluación de la oferta y demanda turística, una propuesta de zonificación del espacio turístico bajo la metodología del Sistema de Manejo de Visitantes (Simavis), que es una herramienta útil para la gestión y el desarrollo turístico en esta zona.

Según la página Vianjadox.com, esta área alberga una gran diversidad de invertebrados marinos, entre ellos la ya mencionada langosta espinosa, anélidos (gusanos y poliquetos), una alta diversidad de moluscos comprendida por más de 500 especies registradas, pulpos y caracoles. Al mismo tiempo, hay una gran variedad de especies de peces asociados a su fondo marino. Esta reserva es la de mayor extensión, después de la de Galápagos, porque comprende las parroquias Galera, Quingue y San Francisco del Cabo.

Según investigaciones desarrolladas por el Instituto Nazca y el Instituto Geográfico de la Armada, desde el punto de vista arqueológico, la zona Galera-San Francisco evidencia la presencia de asentamientos de la cultura Tolita.

Por otro lado, los faros de Punta Galera y San Francisco son testigos que revelan una parte de la historia colonial de Ecuador.

En varias zonas próximas a la Reserva se asientan varias poblaciones costeras que están dedicadas, sobre todo, a la pesca artesanal y a la agricultura. En realidad, los pobladores locales han sido actores clave en el proceso de declaración de la reserva, y hoy en día, también lo son en la planificación e implementación de las actividades de conservación. Según lo aseguran los investigadores de esta organización, una estrategia de manejo eficiente contribuirá a conservar la extraordinaria biodiversidad de esta área.

Además, se podrían emprender varias iniciativas para promover y apoyar la pesca sustentable y el manejo basado en los ecosistemas, un tema que debe ser apoyado por los gobiernos locales. (ARB) (I)

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media