Los habitantes de Bilbao (Chimborazo) y Chacauco (Tungurahua) continúan oponiéndose a las restricciones de tránsito aplicadas por las autoridades en la carretera Penipe- Baños, afectada por la caída de lodo y piedras el 24 de octubre pasado.

De hecho, para el feriado de 3 días que se termina hoy, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Chimborazo prohibió su uso.

Así lo confirmó Arturo Lara, director de Comunicación Social de la Prefectura de la provincia serrana. El percance natural dañó unos 15 metros de la  mesa de la carretera en el sector de la quebrada Achupallal.

Según Lara, la restricción busca reducir al máximo la posibilidad de accidentes debido a lo estrecho de la vía en la zona señalada y la debilidad en que quedaron los taludes adyacentes tras el deslizamiento.

Como alternativa para el desplazamiento de los viajeros en estos días de feriado, se promovió el uso de la carretera Riobamba-Ambato-Baños, que aunque incrementa el tiempo de desplazamiento, ofrece seguridad para los turistas.

Otra opción, útil sobre todo para quienes viven en los alrededores de la quebrada Achupallal, es la utilización de la vía Cahuají-Pillate-Cotaló, la cual se encuentra actualmente en construcción.

Marco Proaño, director de la oficina del Ministerio de Transporte y Obras Públicas en Chimborazo, aseguró que aunque el avance de esta carretera es actualmente de un 7%, ofrece las condiciones para viajar, siempre que se adopten las precauciones necesarias. Sobre todo, no existe el riesgo permanente de deslizamientos de la Penipe - Baños. Por ello, dice el funcionario, se planificó la construcción de esta ruta.

No obstante, los comuneros de las zonas afectadas por el corte de la vía  insisten en que el gobierno provincial y el MTOP ejecuten trabajos para una rehabilitación total.

Algo que Proaño niega, al menos en el corto y mediano plazo, dada la persistencia de los riesgos de aludes, los costos que implica el mantenimiento constante y la inversión que significaría la construcción de un puente en la zona de Achupallal, que sirva como variante de la ruta usada en la actualidad.

No obstante, Francisco Rosero, presidente de la junta parroquial de Bilbao, insiste en los perjuicios que representan para las aproximadamente 1.000 personas que utilizan la Penipe - Baños cotidianamente el usar otras carreteras para llegar a la ciudad. Como el principal, menciona el aumento del costo de los fletes para transportar productos.