Es meticuloso. No deja escapar ningún detalle. Cuando trabaja en sus creaciones, Édison Valencia cuida que su obra sea perfecta.

“Diseño para mejorar la calidad de nuestras artesanías, que son muy requeridas por los extranjeros”, asegura Valencia, presidente de la Asociación Tropitagua, quien participa en el proyecto de vinculación con la comunidad que lleva a cabo la Facultad de Ciencias de la Comunicación (Facco).

El proyecto que se denomina ‘Fortalecimiento de las Capacidades Comunicativas de las Asociaciones: Economía Popular y Solidaria en Manabí’ es una iniciativa de la Facco y la Asociación Tropitagua, que se efectúa en Sosote, una comunidad perteneciente al cantón Rocafuerte, ubicada en el kilómetro 10 de la vía Portoviejo-Chone.

Allí la mayoría de las familias se dedica a realizar artesanías. La agilidad con las manos y la creatividad de los sosoteños ha dado paso a la elaboración de distintos productos hecho en tagua. Estas artesanía son bastante solicitadas por los manabitas y los turistas.

“Recibimos talleres en abrillantado y pulido del producto. Es un proyecto que fue muy beneficioso para nosotros, porque con este tipo de capacitaciones pudimos abrirnos espacios en el mercado internacional”, destaca Valencia.

La Asociación Tropitagua se inició en 2001, con 15 socios. En la actualidad son 37 miembros, de los cuales 25 son hombres y 12 mujeres. Para pertenecer a este grupo un requisito indispensable es que el artesano sea nativo de la comunidad.

“Estos son proyectos de ayuda y diseño, a través de los cuales la Facco nos asesora para poder entregar un buen producto”, explica el artesano Valencia.

Las manos de los sosoteños elaboran collares, aretes, pulseras, anillos y todo tipo de joyería para las mujeres. Todas estas artesanías son hechas en base de tagua, cacho de vaca y diversas semillas. La materia prima de este producto llega desde Manabí, Esmeraldas y parte del Oriente.

“Viajamos desde Manta para comprar y trajimos a nuestros familiares para que vean las artesanías. Siempre nos ha gustado el trabajo que se realiza acá”, indica Gabriela Guevara, quien se encuentra en Sosote comprando las artesanías. “Todo lo que hay aquí es bonito“, manifiesta Guevara.

En bisutería, los costos van desde $ 1 hasta $ 10. Si son trabajos más grandes, la pieza puede alcanzar unos $ 50. El proceso para realizar las artesanías consiste en diseñar la pieza, luego hacerla lisa y por último pulirla. “En cuanto a la elaboración, son 2 horas para tener listo un collar”, asegura Valencia.

Verónica Muñoz, diseñadora de joyas, afirma que “desde hace 3 años distribuyen el producto a diversos países”. “Nuestro punto fuerte es Estados Unidos, donde hay una empresa que se encarga de vender nuestras piezas”, comenta.

Muñoz detalla que lo que más se exporta son anillos, pulseras, collares, aretes y otros productos artesanales. “Todo en lo que nos puedan ayudar será bienvenido”, expresa Muñoz en referencia a los proyectos de vinculación con la Facco. (I)