María Belén Molina, vicepresidenta de la Fundación para el Desarrollo del Deporte (Fundeporte), dice que la entidad obtiene $ 510 mil al año del cobro de entrada y venta de servicios en las 33 hectáreas que tienen en comodato en el sur de Quito.

Molina agrega que dichos recursos se invierten íntegramente en el mantenimiento del espacio, conocido como parque

Fundeporte, en el pago de quienes trabajan allí y en las actividades que desarrollan en favor de los beneficiarios de la fundación.

La funcionaria destaca entre estos a los 180 menores de edad del programa ‘Su cambio por el cambio’ a los que apoyan en la práctica deportiva, se les provee educación y capacitación técnica.

El parque se halla en medio de un proceso de reversión del comodato por parte del Municipio capitalino.

El jueves último, el Concejo Metropolitano resolvió aplazar por 15 días la decisión hasta clarificar temas de tipo legal, la situación de los empleados de Fundeporte y la situación de los niños y adolescentes de “Su cambio por el cambio”.

Sobre algunos temas hay discrepancia. Los integrantes de Fundeporte dicen que, puesto que el Alcalde de Quito integra el directorio de la fundación, el Municipio debe asumir parte de la responsabilidad con los 40 empleados que trabajan en el parque o en actividades relacionadas con él.

Sobre esto, la Alcaldía considera que Fundeporte es una entidad privada y que, por eso, el Cabildo no puede asumir sus pasivos laborales.
Tampoco hay acuerdo sobre los argumentos para la reversión del comodato.

El gobierno capitalino dice que en inspecciones realizadas se comprobó falta de mantenimiento.

Molina afirma que la época de lluvias les impidió trabajar en algunos sectores y que ello es lo que consta en el reporte.

El plan de la Alcaldía es renombrar al espacio como parque Carollo e invertir $ 6 millones en 17 canchas sintéticas de fútbol, 12 de vóley, cuatro de básquet con piso acrílico, siete de tenis, una de hockey, pista atlética, camineras y jardineras. (I)