La Alcaldía de Quito emitió un comunicado en el que niega que los daños presentados en paredes y el subsuelo del convento El Carmen Bajo, ubicado en el centro capitalino, hayan sido ocasionados por el paso de la tuneladora “Luz de América” como parte de los trabajos del Metro.

A través de medios de comunicación se difundieron en días pasados versiones de las religiosas que habitan el convento sobre la presunta responsabilidad de la máquina en daños ocurridos en tuberías de la edificación.

Y atribuían a estos problemas el aplazamiento de las visitas públicas que las religiosas tienen previsto realizar con motivo del aniversario del lugar.

No obstante, el texto del gobierno capitalino señala que en el sitio se encontraron daños previos, los cuales responden a grietas anteriores a la construcción del sistema de movilidad, así como la presencia de tuberías de cemento a entre tres y cuatro metros de profundidad.

El Municipio enfatiza que la tuneladora del Metro de Quito pasó a una profundidad de 10 a 15 metros, “hacia el noroccidente, por la esquina exterior de El Carmen Bajo”, razón por la cual no tuvo ningún impacto en lo que el Instituto Metropolitano de Patrimonio llama subsuelo inmediato, donde se encuentran las tuberías afectadas.

Finalmente, el comunicado anota que durante el año 2018, el Instituto realizó intervenciones a 15 edificaciones patrimoniales monumentales religiosas, entre ellas el Carmen Bajo.

“Luz de América” llegó el martes 2 de octubre al parque El Arbolito, con lo que la construcción del túnel finalizó. (I) et