-
21:30 Actualidad: En Quito se mantendrá el Hoy no Circula hasta el inicio del estado de excepción
-
20:52 Fanático: Independiente del Valle tropezó al inicio de la fase de grupos de la Libertadores
-
19:51 Fanático: La FEF se acogerá a los nuevos horarios por el estado de excepción
-
18:49 Actualidad: Estado de excepción rige desde las 20:00 del viernes 23 de abril
-
18:40 Actualidad: Guillermo Lasso revelará los primeros nombres de su Gabinete Ejecutivo el lunes 26
-
17:56 Actualidad: Lenín Moreno: "ningún país debe monopolizar el acceso a las vacunas contra el covid-19"
-
17:01 Fútbol Nacional: La LigaPro reprogramará sus partidos acatando las disposiciones del COE Nacional
-
14:53 Actualidad: Ministro Salinas recomienda confinamiento focalizado para detener la nueva cepa de coronavirus
-
14:44 Actualidad: Jorge Wated: "Las Unidades de Cuidados Intensivos están colapsadas"
-
13:13 Fútbol Internacional: Conmebol y UEFA anuncian intercambio de árbitros para sus competiciones
Esta pregunta que parece ridícula para los varones es la pregunta basal sobre la cual las mujeres construyeron las luchas para obtener sus derechos. El ingreso femenino a la arena pública, a principios del siglo XX, les permitió visibilizarse. Sin embargo, a casi un siglo de este proceso, los derechos de las mujeres aún necesitan no sólo ser enunciados sino cumplidos, y para ello fueron necesarias las leyes de cupo y de paridad.
Según algunos estudios como el de Kanter, y otros posteriores, a partir de una participación femenina del 35% pueden identificarse transformaciones que destaquen una diferencia en favor de las mujeres. Entienden que el incremento de la dimensión descriptiva femenina genera una transformación en la dimensión simbólica. En otras palabras, su inclusión en el ámbito público no sólo les da una mayor visibilidad, sino que favorece la interpelación de la sociedad sobre problemáticas específicas femeninas que afectan al 50% de su población, como por ejemplo la salud reproductiva y sexual.
Argentina, es uno de los líderes en políticas públicas de género (Top-down), con una fuerte movilización de mujeres que impuso este tema de la agenda feminista (Bottom-up), y es el último país en incorporarse a la despenalización del aborto en Latinoamérica. Este jueves 14 de enero se promulgó finalmente la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), proyectando un efecto dominó esperanzador para la región.
En Ecuador sólo existen dos causales de aborto legal: por peligro de vida de la mujer y en caso de violación a una persona con discapacidad mental. En este sentido la Asamblea Nacional desoyó la despenalización de casos por violaciones en la reforma al Código Orgánico Integral Penal de 2019, a pesar de la existencia de las recomendaciones elevadas por Naciones Unidas para los casos de violación, incesto y malformaciones fetales.
El desafío para la sociedad ecuatoriana es ahora instalar el debate, reafirmando la sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres, como origen de violación e incesto, desestigmatizar dichos embarazos, e incluso descriminalizar casos de abortos espontáneos, como primer escalón. La semilla ya está sembrada. Será necesario abonar el debate para que los derechos de las mujeres sobre sus propios cuerpos sea ley.