“Después del traspié que tuve con el médico de la Federación Deportiva de Azuay (FDA), ando en busca de un doctor que me brinde confianza plena y la garantía para no caer nuevamente en el error de ingerir algún medicamento que contenga una sustancia que esté prohibida.

Como ocurre en la vida cotidiana, en el deporte también se aprende de los errores. He aprendido que debo asesorarme bien para continuar con mi carrera sin contratiempos. No le guardo rencor al médico de la FDA (Fabián Ávila), pero después de esta experiencia le he perdido confianza a la medicina.

Junto con mis asesores estamos buscando un galeno que lleve mi control. Después de conocer que la sanción de la FINA (Federación Internacional de Natación) es por un año, también he recibido asesoría para saber si puedo competir en alguna cita no oficial -sin aval de FINA- y no perder ritmo de competencia. No me siento conforme con la rebaja de mi sanción (antes era de 2 años). Yo esperaba que me quitaran el castigo por completo, porque no cometí la infracción de consumir una sustancia prohibida.

A pesar de haber viajado a Lausana (Suiza) con mis abogados, el ministro del Deporte, José Francisco Cevallos, y el médico de la Federación, quien se declaró culpable por haberme suministrado el medicamento, la FINA no hizo más que bajarme a 12 meses el castigo.

Me pude percatar de que los organismos internacionales son muy estrictos en sus reglamentos, ya que, ni siquiera porque el galeno de la FDA se declaró culpable, decidieron quitarme la sanción.

A veces no todo lo que se pide se puede conseguir. Al menos ya solo me quedan casi 8 meses para volver a competir en pruebas oficiales, ya que mi multa se levantará el 6 de marzo de 2015 (la sanción comenzó el 7 de marzo del presente año).

Este acontecimiento me hizo dar cuenta de que tengo muy buenos amigos y familiares que nunca me dejaron solo. Todo esto me enseñó que después de tropezar con una piedra, no hay tiempo para lamentarse sino para levantarse con optimismo.

La sanción nunca me venció en lo psicológico, jamás pensé retirarme de la natación (de aguas abiertas). Como dijo Friedrich Nietzsche: ‘Lo que no te mata te hiere de gravedad, y te deja tan apaleado que luego aceptas cualquier maltrato y te dices a ti mismo que eso te fortalece’.

El tiempo que voy a estar alejado de la competitividad y roce internacional ya es corto, por tal motivo no he descuidado mis entrenamientos. Es más, nunca bajé los brazos luego de haberme enterado de la noticia de que la FINA me iba a sancionar.

Por eso, desde que competí en los Juegos Bolivarianos de Trujillo (Perú), hasta ahora, mis rutinas siguen siendo las mismas. Me levanto a las 06:30 para entrenar en la piscina de 07:00 a 08:30 y por las tardes (15:00-17:00) trabajo en cardio y gimnasio.

Solo descanso dos fines de semana al mes y por las noches asisto a mis clases de la Universidad de Cuenca, donde estudio para ser ingeniero comercial, porque aún mantengo el objetivo de clasificar a mis segundos Juegos Olímpicos (asistió a Londres 2012). Cuando retorne a las competencias oficiales, tendré la oportunidad de ganar el cupo para Río de Janeiro 2016”.

Datos

El doble medallista de oro en los Juegos Sudamericanos (Medellín 2010) es parte del plan de apoyo que brinda el Ministerio del Deporte a los atletas de alto rendimiento.

El Mindeporte ha apoyado a Iván Enderica en este proceso de defensa por el doping que dio en los Bolivarianos 2013, pero no se ha pronunciado si la beca del nadador será suspendida por el año que dura la sanción.

La especialidad de Enderica en la natación de aguas abiertas son los 5 y 10 km. En los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012 se ubicó en los puestos 21 y 24, respectivamente.