Cuando tenía 13 años, el quiteño Santiago Espín probó los cuatro tipos de lanzamientos que existen en el atletismo: bala, martillo, disco y jabalina. Optó por la bala y su decisión fue acertada.  

Actualmente ostenta las mejores marcas nacionales en las categorías prejuvenil y juvenil. En la primera lanzó 17,67 cm y en la segunda alcanzó un registro de 17,57 cm en 2014. Estos no son los únicos récords nacionales que ostenta el deportista de 1,83 cm de estatura y 120 kilogramos de peso, porque en lanzamiento de disco logró una distancia de 56,06 cm. Estas 3 plusmarcas aún las tiene vigentes.  

En la pista de Los Chasquis, en el sector de La Vicentina, en el centro-norte de Quito, Espín practica lanzamientos de bala de lunes a viernes por 3 horas consecutivas y por las tardes realiza ejercicios de gimnasio una hora más. Estos trabajos lo ayudan a ganar fuerza, pues este elemento se complementa con la técnica en este deporte olímpico que consiste en lanzar una bala de acero lo más lejos posible.

El múltiple campeón nacional encara su último año como juvenil, en el que tendrá como primer reto clasificar a los Juegos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que se desarrollarán en el país en abril y en los que competirán más de 2.400 atletas de América Latina y el Caribe. Para ello primero tendrá que demostrar su potencial en el selectivo de Pichincha, que será a finales de este mes, y ratificar sus condiciones en el Grand Prix de Atletismo que será el 14 y 15 de marzo en Cuenca, donde los 2 mejores de cada disciplina atlética obtienen su cupo a los Juegos de la ALBA. “Estoy bien preparado y clasificar sería una gran experiencia para mí”.   

Pero la meta central de Espín, quien  lleva 6 años junto a su entrenador Cristian Aguilar, es participar por primera ocasión en los Juegos Panamericanos Juveniles que se desarrollarán en Toronto, en agosto.

La bala del nivel juvenil pesa 6 kg, pero el quiteño entrena con la profesional (absoluta) de 7 kg para ganar fuerza y no le resulte tan pesada la de su categoría.

El dedicado atleta, quien entrena 5 días a la semana, no es nuevo para los certámenes internacionales. Ha participado en torneos sudamericanos y hace 2 años estuvo en el Campeonato Mundial Juvenil de Atletismo en Ucrania, cita en la que la velocista Ángela Tenorio logró medalla de plata en los 200 m planos y bronce en los 100 m planos.

“Competir afuera te abre los ojos al verdadero nivel que existe en el atletismo”, comentó Espín. Se sorprendió con la altura y la corpulencia de los lanzadores. “Pesaban más y no parecía que tenían mi misma edad. En un tiro me sacaban al menos un metro de diferencia”.

Su técnica para ser el mejor lanzador juvenil ecuatoriano es el ‘desplazamiento’, pues se impulsa desde atrás con la bala junto a su cuello y ejerce fuerza al final del movimiento. Se inspira en el alemán David Storl, doble campeón del mundo, quien emplea la técnica que el capitalino admira.

Pichincha compite de cara al Gran Prix

Un total de 150 atletas de Pichincha se preparan en la pista de Los Chasquis en Quito para competir en el selectivo provincial que se desarrollará el 28 de febrero y 1º de marzo en la capital. Este evento es clasificatorio para el Gran Prix de Atletismo Nacional que se llevará a cabo el 14 y 15 de marzo en Cuenca.

En este certamen los deportistas buscarán los cupos para los Juegos del ALBA que serán en abril en Ecuador.

El metodólogo de la Concentración Deportiva de Pichincha, Mauricio Cadena, informó que el atletismo contará con 42 pruebas en el Gran Prix y los 2 mejores de cada modalidad obtendrán su boleto para los Juegos del ALBA.

Los velocistas Jean Jácome, Franklin Nazareno y Yadira Méndez competirán en Cuenca e intentarán también plasmar las marcas para clasificar a los Juegos Panamericanos Toronto 2015 que serán entre el 10 y el 26 de julio en Canadá.