México avanzó ayer a la primera final olímpica de su historia, remontando a Japón (3-1) en uno de los campos más legendarios del mundo, Wembley, donde la escuadra “azteca”, con tres goles de Marco Fabián, Oribe Peralta y Javier Cortés, ha dado una de las mayores alegrías que recuerde la afición mexicana.

No le fue fácil a México imponerse, ya que enfrente tuvo a un rival que ha impactado a lo largo de todo el torneo, que había llegado a semifinales imbatido y que le puso cuesta arriba el encuentro antes de llegar al primer cuarto de hora, con un golazo de Otsu.

El rival de los mexicanos en la final, el sábado, a las 09:00 de Ecuador, será Brasil, selección que se impuso por 3-0 a Corea del Sur.

Leandro Damiao, con los dos goles, guió a Brasil a una nueva cita con la historia, a la que será su tercera final en el único gran torneo que aún no ha ganado, el de los JJ.OO. El otro tanto del partido lo marcó Rómulo.

El delantero del Internacional de Porto Alegre fue el jugador clave en un triunfo de los de Mano Menezes, que, aun con un marcador tan claro, no acaban de convencer.