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El Telégrafo
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La extrema derecha provoca una crisis política inédita en Suecia

La extrema derecha provoca una crisis política inédita en Suecia
04 de diciembre de 2014 - 11:18 - Agencia AFP

Suecia se enfrenta a una crisis política inédita que la obligará a acudir a las urnas por anticipado en marzo que viene, una situación que no se producía desde hace medio siglo, provocada por una extrema derecha envalentonada.

Los Demócratas de Suecia (SD, antiinmigración) tienen 49 escaños de 349 en el parlamento, suficientes para bloquear proyectos de ley, y el miércoles provocaron la caída del gobierno de coalición de socialdemócratas y ecologistas, al votar a favor de los presupuestos presentados por la oposición de centroderecha.

El primer ministro Stefan Lofven no tuvo más remedio que convocar elecciones anticipadas, las primeras desde 1958, para el 22 de marzo.

Esos comicios probablemente dejarán el escenario político casi idéntico. Ni la izquierda, ni el centroderecha ni la extrema derecha pueden alzarse con la mayoría absoluta, a causa del sistema proporcional.

¿Qué harán esos tres bloques? "No se puede especular" declaró a la AFP el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Estocolmo, Olof Ruin.

"Es bastante poco probable que la situación tras la elección anticipada sea diferente", estimó el politólogo Andreas Johansson Heino, del centro de análisis Timbro, conservador.

"Temo que la gente no vaya a votar. Con lo que está sucediendo uno se siente invadido por el desánimo. Acabas por decirte que le das tu voto a alguien y que luego hace lo que quiere", deploraba Malin Voegt, vendedora de 42 años, interrogada por la AFP.

Para Jan Wettmark, concejal del partido Moderado (conservador) en Arvika (centro), "necesitaremos realmente hacer cambios si no queremos encontrarnos en la misma situación, que beneficia a la extrema derecha".

Oposición frontal a la inmigración

El SD se convirtió en septiembre en el tercer partido sueco, con 12,9% de los sufragios en las legislativas. Se define por su oposición frontal a la política de inmigración actual, una de las más generosas de Europa, cuando las otras formaciones consideran esta cuestión secundaria y rehúsan discutir de ello con ese partido.

"Los Demócratas de Suecia quieren que la elección sea un referéndum sobre la inmigración", declaró el miércoles su presidente provisional, Mattias Karlsson.

Un objetivo que comparte su electorado, según una investigación sociólogica publicada el jueves por el diario de referencia Dagens Nyheter.

"Hay una clara correlación entre una actitud negativa con los inmigrantes y el voto SD", escriben los autores de ese estudio, Peter Hedstrom y Tim Muller. En cambio "los electores SD no son realmente diferentes de los demás en cuando al descontento con la clase política".

De los ocho partidos representados en el parlamento, siete apoyan la política que hace que Suecia deberá acoger más de 80.000 solicitantes de asilo este año, y más de 100.000 el año que viene, el equivalente del 1% de su población.

Según el centro de investigaciones German Marhsall Fund de Washington, el 60% de la población apoya la política de inmigración en Suecia, en un país donde la mayoría está convencida de los beneficios de la inmigración para el futuro dinamismo de un país que está envejeciendo. Esta proporción tan solo es del 36% en la Unión Europea, 33% en Francia y 20% en España.

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