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El Telégrafo
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La ampliación triplicará las actuales contribuciones de $ 1.000 millones anuales

El Canal de Panamá maneja el tráfico de 14.000 barcos al año (Infografía y Galería)

El Canal de Panamá maneja el tráfico de 14.000 barcos al año (Infografía y Galería)
15 de agosto de 2014 - 00:00 - Agencias AFP/EFE

Hace 100 años, el Canal de Panamá unió al mar Caribe y al océano Pacífico y no solo cambió para siempre la navegación y el comercio del mundo, sino que marcó la historia del istmo.

Ahora la vía interoceánica panameña está en expansión y enfrentará en pocos años el impacto de 2 proyectos rivales: la creación del Canal de Nicaragua y la ampliación del Canal de Suez, en Egipto.

Conocido como una de las 7 maravillas del mundo moderno, el Canal de Panamá, de 77 kilómetros, es una hazaña de la ingeniería que maneja el tráfico de 14.000 barcos cada año a lo largo de su intrincado sistema de esclusas.

La colosal obra, que sirve actualmente al 5% del comercio mundial, tuvo su génesis en el siglo XV con Carlos V, quien hizo una de las primeras propuestas para explorar una ruta por el istmo para unir el Pacífico con el Caribe.

A lo largo de 3 siglos, el proyecto de construir un canal interoceánico por Panamá, cuyas geología y clima lo hacían parecer imposible, concitó el interés internacional y, al final, se redujo a 2 países hegemónicos: Francia y Estados Unidos.

El intento pionero de construir el canal fue de los franceses, a partir de 1880, y duró casi 20 años, de la mano del conde Ferdinand de Lesseps y la Compañía Universal del Canal Interoceánico, hundida por un escándalo financiero en 1889.

El esfuerzo de los franceses, y en especial la astucia del ingeniero Phillipe Bunau-Varilla para convencer al naciente imperio estadounidense de que se decidiera por una zanja interoceánica por Panamá y no por Nicaragua, sirvió a Washington para terminar con éxito el canal entre 1904 y 1914, con un costo de cerca de $ 400 millones.

Durante los 10 años en que Estados Unidos construyó el canal, trabajaron en la monumental obra más de 56.000 personas, la mayoría caribeñas, pero también italianos, griegos, chinos y 7.000 gallegos, de los que murieron 5.600 por fiebre amarilla, malaria y accidentes.

Tras décadas de lucha nacionalista, en 1977 el líder panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter firmaron un tratado mediante el cual el canal pasó a manos de Panamá, lo que se hizo efectivo el 31 de diciembre de 1999. Desde entonces la vía ha aportado al Estado panameño unos $ 10.000 millones, más que en 85 años bajo propiedad estadounidense. La ampliación triplicará las actuales contribuciones de $ 1.000 millones al año.

El canal panameño transformó la navegación y el comercio mundial: redujo distancias, tiempos y costos del transporte de mercancía entre los centros de producción y consumo. Primero permitió a Estados Unidos mover su flota militar y el comercio entre sus costas este y oeste; después favoreció a Europa y Asia en los años 50 y 60, cuando Japón devino en potencia industrial; en los últimos 25 años empujó la puerta del mercado de Latinoamérica y desde 2001 el de China.

La expansión comenzó en 2007

Ahora, un siglo después, obreros con cascos y chalecos excavan, montan compuertas y levantan muros con toneladas de hormigón para permitir el paso de gigantes post-Panamax, buques de más de 12.000 contenedores, triple de carga de los que actualmente atraviesan la vía.

La expansión, por $ 5.250 millones, comenzó en 2007 y, en 2009, su principal obra, un tercer juego de esclusas que construye un consorcio internacional encabezado por la firma española Sacyr.

La ampliación, uno de los retos del gobierno de Juan Varela, iba a inaugurarse el año del centenario, pero sufrió atrasos con huelgas y disputas por millonarios sobrecostos que Sacyr reclama a la autoridad del canal. En 2016 abrirán las compuertas del tercer carril por donde entrarán los post-Panamax.

El administrador del Canal de Panamá, Jorge Quijano, aseguró que ya se está estudiando la posibilidad de ampliar y modernizar nuevamente la vía. Pero inmersos en la colosal obra, los panameños recibieron recientemente 2 noticias inquietantes: la ampliación del Canal de Suez y el proyecto de otra vía interoceánica, una vieja obsesión de Nicaragua que revive la rivalidad de más de un siglo con Panamá, por ser escogido para la ruta.

El de Suez no compite en muchas rutas con el de Panamá, pero Nicaragua sí. “No hay para 2 canales en Centroamérica y que los 2 sean viables económicamente”, dijo Quijano en referencia al proyecto que pretende construir un empresario en 5 años, de una extensión de 278 km -3 veces más largo que el panameño- y a un costo de $ 40.000 millones.

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