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El Telégrafo
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EE.UU. entierra la finada doctrina Monroe

EE.UU. entierra la finada doctrina Monroe
22 de noviembre de 2013 - 00:00

El secretario de Estado de los Estados Unidos hizo su estreno en la OEA con un gran estilo: anunció el entierro de la doctrina Monroe. Doctrina formulada por Estados Unidos en el siglo XIX, para abarcar las continuas intervenciones -directas e indirectas- en los países del continente, bajo el pretexto de resolver los conflictos hemisféricos dentro de la región.

El lema ‘América para los americanos’ tenía pocas ambigüedades, pues los propios norteamericanos intentan monopolizar América para ellos mismos. La supuesta protección del continente de intervenciones de potencias de otras regiones sirvió para que América Latina quede como reserva para la hegemonía norteamericana.

No habría mejor escenario para el discurso de Kerry que la OEA, porque tanto la doctrina Monroe como la propia OEA ya son cadáveres políticos hace tiempo. La posibilidad de que Estados Unidos interviniera en países del continente suponía la capacidad de crear condiciones políticas para hacerlo.

Desde el momento de la formulación de esa doctrina, Estados Unidos se atribuye el derecho de imponer sus intereses por la fuerza, invadiendo países, diseñando golpes de Estado, imponiendo su voluntad a la OEA. Hasta que las naciones del continente resolvieron crear instancias de integración independientes de Estados Unidos. Son los casos del Mercosur, la Unasur, el Banco del Sur, el Consejo Suramericano de Defensa, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Cuando América Latina decidió asumir sus problemas en el marco de la integración de sus países, la doctrina Monroe y su heredera, la OEA, fueron enterradas. A pesar de los intentos de golpe en varios de los países que tienen gobiernos progresistas -entre ellos Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y del éxito obtenido en Honduras y Paraguay-, Estados Unidos tiene que enfrentarse a mecanismos regionales que actúan para dirimir los conflictos, como es el caso del Consejo Suramericano de Defensa y de la doctrina solidaria para el no reconocimiento de gobiernos nacidos de golpes militares.

Las soluciones pacíficas de los conflictos entre Colombia, Ecuador y Venezuela, así como las acciones de solidaridad, que ayudaron al Gobierno boliviano a derrotar intentos separatistas, ya habían demostrado que las soluciones de nuestros conflictos no pasan por la OEA y, menos aún, por cualquier tipo de actuación de Estados Unidos.

El discurso de Kerry llega muy tarde, cuando la propia realidad y los gobiernos latinoamericanos ya enterraron la doctrina Monroe y la OEA se encuentra completamente superada por los procesos de integración regional. (Traducción ALAI)

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