Juan Diego O. estaba sentado con su amigo Juan Miguel Vinueza Mendoza en un banco de un amplio parque, ubicado en la ciudadela Urbanor, en el norte de Guayaquil. El sitio, que carece de una adecuada iluminación, está rodeado de negocios, sobre todo de alimentos, y también está una pequeña infraestructura abandonada, donde antes funcionaba una Unidad de Policía Comunitaria (UPC).

Eran cerca de las 20:15 del miércoles último cuando Juan O. observó a lo lejos que un conocido al que llaman ‘Napa’ le hacía una señal de advertencia, para que salieran del parque. Pocos segundos después un hombre, que tapaba su rostro con un casco, se bajó de una moto y disparó al amigo con el que conversaba, Juan Miguel Vinueza, de 35 años, quien recibió al menos 8 disparos, la mayoría en la cabeza. Unas esquirlas alcanzaron e hirieron a Juan Diego O., por eso fue llevado hasta un hospital del noroeste de Guayaquil.

El fiscal William Aguilar (foto), de la Unidad con Competencia en Delitos Flagrantes, acudió a realizar el levantamiento del cuerpo e informó que la víctima registraba 8 antecedentes delictivos: 4 por robo, 3 por tenencia de armas no autorizadas y 1 por ocultación de cosas robadas: “No por esto dejaremos de investigar el caso, pues es un ciudadano al que le han quitado la vida. Aún se desconoce cuál fue el móvil del asesinato”. Los agentes del Departamento de Criminalística recabaron en la escena del crimen 12 vainas entre otras evidencias. (I)