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El proyecto empezó el año pasado en cuenca con la instalación de 2 dispositivos
Megáfonos se sumarán a la videovigilancia del ECU-911
Los operadores de las centrales ECU-911 del país no solo mantendrán ‘sus ojos’ en los puntos donde hay cámaras de videovigilancia, sino que también serán como ‘la voz de la conciencia’ de algún ciudadano que sea observado cometiendo un acto indebido.
El proyecto conocido como ‘Megafonía IP’ consiste en instalar megáfonos debajo de las cámaras ubicadas en sectores considerados como conflictivos, por ejemplo, donde las personas constantemente se reúnen para beber en la vía pública, donde se cometen actos obscenos, aquellos que son usados como baños, entre otros.
“La idea tampoco es ponerlos en cada barrio, sino en los que se cometan contravenciones, se realicen espectáculos, o que sean de mayor afluencia turística”, explicó Antonio Ruales, director nacional de Tecnología del ECU-911.
El funcionario informó que el piloto empezará con 100 o 200 dispositivos, los cuales son adquiridos a Beijing (China) y funcionan con el mismo sistema de fibra óptica de las cámaras que están puestas en postes que miden 12 metros y que son protegidos por púas inversas. “Esta es la etapa final del proyecto del Sistema Integrado de Seguridad. Estamos trabajando para que el servicio sea usado no solo por el ECU-911, sino por los municipios que también quieran transmitir sus mensajes a la ciudadanía”, agregó.
Los aparatos son antivandálicos y funcionan a la intemperie. “El audio puede ser regulado dependiendo de la necesidad, el parlante es intercambiable y se puede ajustar la potencia”, detalló Antonio Ruales.
El vicealmirante Jorge de La Torre, subdirector técnico zonal del ECU-911 Samborondón, manifestó que los videovigilantes serán capacitados para que reconozcan en qué casos se pueden emplear los megáfonos.Además, se elaborará una base de datos de frases prediseñadas para cada caso. “Con amabilidad y educación vamos a disuadir y prevenir que se comentan actos indebidos que además pueden terminar en delitos”, destacó.
De la Torre comentó algunos casos que pueden presentarse y que se quiere evitar, como el que las personas rayen las paredes, que se lleven las tapas de las alcantarillas, hagan sus necesidades en la vía pública, boten basura a la hora no permitida, entre otros.
La iniciativa ya ha sido socializada con representantes de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) municipales y se espera que inicie la implementación del proyecto con la suscripción de convenios.
El proyecto ya ha sido probado en Cuenca. Algunos ciudadanos se muestran conformes y otros no. Por ejemplo, Charles J. lo considera una buena idea, pues “algunas personas son mal llevadas y aunque saben que están siendo observadas por las cámaras, no actúan como deberían. Ahora que alguien les hable es diferente”.
Fernando Figueroa, director del ECU-911 Austro, dijo que en Cuenca hay 2 dispositivos instalados y están destinados a prevenir incidentes. Agregó que para este año se estudia la posibilidad de colocar otros en sectores de alta concurrencia, como el parque El Paraíso.
Carmen Larriva, moradora de la avenida Remigio Crespo Toral, en donde está ubicado uno de los instrumentos de seguridad, opinó que no han sido efectivos, porque desde los miércoles hasta los sábados, en este sitio, “la bulla, el consumo de licor, no se detienen. Algo ha disminuido, desde que entró en vigencia la ordenanza que impide el consumo de licor en la vía o espacios públicos”, dijo.
En el Paseo Tres de Noviembre se has colocado otro parlante y su función es prevenir, sobre todo, cuando el río Tomebamba crece en sus caudales.