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Los cerebros, las radios y llantas son los artefactos más sustraidos
En 10 zonas de Ambato roban piezas de carros
Sergio Rodríguez compró un televisor para su Chevrolet Aveo 2010 con el fin de entretener a sus hijos durante los viajes largos y para ver películas en familia. Con ese objetivo, se trasladó a la Av. Atahualpa. En esa zona del sur de Ambato se ubica una docena de negocios que oferta accesorios de este tipo. “El televisor de 10 pulgadas con la instalación y una antena adicional para mirar los canales de la televisión abierta me costó $ 600. Pagué con tarjeta de crédito a un año plazo. Para ocultarlo le coloqué una cortina de tela. Todo fue bien durante 5 meses, después ocurrió el robo en un lugar imprevisto”, explicó Rodríguez, ingeniero civil.
Una tarde de fin de semana se fue con sus 2 hijos a unas piscinas en la parroquia Martínez. “Estacioné el carro en el parqueo. Como no podía sacar la pantalla, la tapé con la cortina. Nos demoramos 2 horas”.
Mi hija de 10 años descubrió que nos habían forzado el seguro de la puerta. Se sustrajeron el equipo y el cerebro del vehículo. Mis hijos lloraban, yo estaba desesperado. Nadie vio nada. Los dueños del negocio no tenían cámaras de seguridad y no me ayudaron”, dijo Rodríguez.
La reparación del seguro de la puerta y la conexión del sistema eléctrico que le fue cortado durante el delito le costaron $ 100 y la computadora del carro otros $ 1.000. En total su pérdida fue de $ 1.100, sin contar el TV. “Fui a la Policía Judicial (PJ) y me recomendaron que pusiera la denuncia en la Fiscalía. Sin embargo, uno de los requisitos para recuperar mi equipo era poseer la factura o notarizar la posesión del bien. No me interesó y me resigné a la pérdida”, aseguró el profesional.
Este no es un caso aislado. Según la PJ, el robo de computadoras de vehículos y de otros accesorios encabeza la lista de robos en Tungurahua. Y en Ambato este ilícito está en el primer lugar. Así lo demuestran los operativos y allanamientos que realizan los agentes de la PJ en coordinación con la Fiscalía. “Entre el 24 y 30 de abril se recuperaron 199 cerebros de carros o computadores internos del vehículo que controlan el funcionamiento en general. Sin él, el carro es inservible y se necesita de una grúa para movilizarlo”, explicó el teniente Sebastián Valdivieso, oficial operativo de la PJ de Tungurahua. Con los cerebros también se recuperaron 170 celulares y tablets, 2 accesorios de celulares y 2 electrodomésticos.
Zonas de inseguridad
Las zonas consideradas más peligrosas por el robo de accesorios de vehículos son las calles que rodean los mercados Modelo y Central. También el centro urbano, especialmente entre las calles Rocafuerte, Primera Imprenta. Además, la Letamendi, Mercado Mayorista, Ficoa, Miraflores, el Hospital Docente, Ingahurco y los estacionamientos de estadios y coliseos deportivos.
“Los propietarios deben guardar sus autos en parqueaderos o sitios con guardias que se responsabilicen del cuidado. Hemos visto, mediante videos captados por cámaras de seguridad, que a los perpetradores les toma 2 minutos apoderarse de un cerebro”, aseguró Valdivieso, quien insistió en que los operativos de control son continuos y se ha logrado detectar y desmantelar sitios de receptación (antes cachinerías) de objetos de dudosa procedencia.
Un dato preocupante para la PJ es el hecho de que la mayoría de afectados desiste de presentar la denuncia, y lo que ‘es más grave’, según los agentes policiales, ellos buscan restituir los equipos robados comprándolos en sitios ilícitos, en donde cuestan la mitad y hasta la tercera parte de su costo real.
Los cerebros más buscados por estos grupos al margen de la ley pertenecen a las marcas Chevrolet Aveo o Sail, camioneta Mazda B220 y los vehículos Hyundai. Para reforzar la seguridad en más zonas urbanas, en mayo de 2014 el Ministerio del Interior inauguró 4 nuevas Unidades de Policía Comunitaria (UPC) en Techo Propio, Letamendi, Ingahurco y Nueva Ambato. Estas obras refuerzan a las brigadas barriales, alarmas comunitarias y los botones de pánico. (I)