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El Telégrafo
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Se hizo justicia a Majo y Marina

Se hizo justicia a Majo y Marina
Foto: William Orellana/El Telégrafo
18 de agosto de 2016 - 00:00 - Karla Naranjo Álvarez

Cristina Menegazzo tenía cerrados los ojos y apoyaba su cabeza hacia atrás contra una pared de la sala de audiencias mientras se exponían, como parte de los alegatos finales, los detalles de la muerte de su hija Marina Menegazzo. Respiraba fuerte, por un momento lloraba, pero retomaba la fortaleza que la ha caracterizado tanto a ella como a sus otros cuatro hijos que la acompañaron durante los siete días de la audiencia de juzgamiento en contra de Segundo P.M. y Aurelio D.

Su rostro lucía cansado, a veces lo asentaba en su brazo, pero seguía escuchando la exposición de la fiscal María Coloma, encargada de la investigación; la acusación particular representada por el abogado Hernán Ulloa; Milena Zambrano, defensora de Segundo y Joselito Argüello, abogado de Aurelio D., alias el ‘Rojo’. Junto a ella estaba Gladys Steffani, madre de María José Coni, con sus ojos apagados por la tristeza, se sentaba erguida, atenta a cada declaración.

En el séptimo día de juicio llegaron muy temprano. Juan Coni vestía una camiseta negra con la foto que su hermana Majo y Marina se tomaron en su último viaje y bajo ella una leyenda con un pedido de justicia. Él se convirtió en el apoyo de su madre en este viaje, en el que incluyó un recorrido por la comuna Montañita para conversar con más personas que hayan conocido a su hija y que le pudieran aclarar cómo fue que con su amiga Marina llegaron a la casa de Segundo P.M., a más de un kilómetro y medio del centro del balneario, en un sector con poca iluminación donde hay casas dispersas, separadas por calles sin pavimentar y terrenos baldíos llenos de maleza.

Frente a las progenitoras de Marina y Majo estaban Segundo P.M. y Aurelio D., ambos llevaban la camiseta naranja que visten como uniforme en el Centro de Rehabilitación Social Regional Guayas N° 8 y sobre ella un chaleco antibalas de color negro.

Segundo pasaba con la mirada fija en el suelo. La mayor parte del tiempo tenía los brazos cruzados y no se inmutaba cuando hablaban de su participación en el doble crimen. Estaba estático, mudo, inexpresivo. Tan diferente a las madres de las víctimas que fruncían el ceño, que se aguantaban las ganas de gritar, de llorar, de salir corriendo, pero sobre todo de hacer justicia.

El ‘Rojo’ parece más relajado

La diligencia empezó a las 09:33. La fiscal Coloma inició los alegatos describiendo cuál fue la participación de Segundo. Este momento fue el más duro para las progenitoras, pues se proyectaron fotos de las evidencias y de las heridas de sus hijas. Juan tuvo que levantarse de entre el público y pasarle una botella con agua a su madre que parecía quebrarse. Hernán Ulloa impedía que ella se girara a ver las imágenes que eran proyectadas en una pared de la sala de audiencias.

“María José Coni murió inmediatamente tras la agresión con un objeto contundente. Marina fue torturada, tenía 9 heridas: tres en la cabeza y dos en cara y cuello”, explicaba Coloma. Para ella efectivamente las chicas no se fueron con personas desconocidas, porque Segundo era guardia de la comuna y como parte de su trabajo controlaba a los vendedores. “Nadie vende ni un caramelo, sin que la comunidad lo sepa”.  

Recordó que en el examen toxicológico que se le practicó a los cuerpos de las argentinas se determinó que tenían droga en su cuerpo. Una de estas la benzodiazepina que anula la voluntad. La exposición de Coloma demoró alrededor de una hora y, como parte de esta, mostró algunos de los indicios donde se encontraron perfiles genéticos de las víctimas y del acusado Segundo P.M. Por ejemplo colchones, prendas íntimas, toallas, paredes, un cuchillo, guantes de plástico. “Además hay ADN mezclado que no se pudo determinar a quién o quiénes pertenecían, pero en una toalla roja, propiedad de una de las chicas, se encontró un perfil de otra persona”.

En ese momento, Coloma pidió que a Segundo se lo acusara como autor del delito de asesinato con agravantes y solicitó a los miembros del Tribunal de Garantías Penales que tomaran en cuenta el concurso de otros delitos como secuestro, violación y robo.

Alegato de acusador particular

Ulloa reprodujo los últimos audios que Majo y Marina enviaron a sus parientes, un dolor más para Gladys, Cristina y el resto de allegados. “Nos estamos yendo de Montañita, no sé cuándo volveré a tener Internet”, decía Marina.

Milena Zambrano, abogada de Segundo, dijo que él debería ser acusado como cómplice porque no cometió el crimen, sino que colaboró en trasladar los cuerpos. “No miente cuando dice que fueron otros, porque se encontró ADN de más personas. Él fue obligado a autoincriminarse”. Luego todas las partes se replicaron y el debate por la participación del acusado terminó a las 11:43.

Pasado el mediodía iniciaron las exposiciones por la responsabilidad de Aurelio D. En su caso, Coloma pidió que fuera acusado como coautor del delito de asesinato y que se tomaran en cuenta las otras infracciones cometidas. La funcionaria precisó las contradicciones del imputado como aceptar que llevó a las chicas a la casa de

Segundo, que las acompañó a la tienda y que regresó al bar, donde las conoció. Sin embargo la propietaria de ese bar asegura que no volvió. También que el taxista que él menciona, niega haberlo visto esa noche.

Aurelio, según su propio testimonio, salió de la casa donde estaban las chicas y las dejó encerradas con un candado puesto por fuera porque una de las turistas se lo pidió.

El turno llegó para Segundo y Aurelio, que por primera vez estuvieron frente a frente con los familiares de las víctimas. Ahí, el primero, sentado en la mitad del estrado,  movía sus brazos para relatar los movimientos que hizo antes y después del crimen, porque aseguró que cuando ocurrió el asesinato él no estaba en la casa, sino trabajando como guardia de la comuna.

Recordó que cuando él llegó vio una ventana abierta en su casa y sin ver qué pasaba se dirigió donde las chicas diciéndoles que iba a ingresar por la parte posterior.  Ahí,  según relató, fue golpeado por hombres que se encontraban adentro a quienes describió con alias o con características como ‘Chamo’; ‘Gotita’- refiriéndose a un tatuaje-, uno de letras góticas, uno de cabello chorrudo y uno con corte de cadete; a uno de ellos supuestamente Segundo lo detuvo tiempo antes con un bolso lleno de drogas. 

Dijo que lo amenazaron para que no dijera nada, mientras ellos supuestamente limpiaban la escena del crimen y “usaban fundas en los zapatos y guantes de doctores”. Supuestamente luego lo amenazaron de que si decía algo “darían luz verde para que mataran a su madre y a su hija” y le precisaron la dirección donde vivían y le enseñaron una foto que tenían de su madre.

Señaló que los desconocidos lo obligaron a comprar fundas y que siempre le decían que debía mantener la calma. Asimismo, según dijo, lo presionaron para que llevara uno de los cuerpos, el de Majo, hasta el terreno en un camino recto desde su domicilio hasta un sitio vacío cerca de la playa. Además dijo que la otra víctima fue llevada en la cajuela de un vehículo, color vino. “Yo me eché la culpa. Soy culpable de haber sacado a las fallecidas de la casa”. No permitió preguntas.

Aurelio aseguró que solo quiso ayudar a las jóvenes a encontrar un lugar seguro para descansar. Ambos fueron declarados culpables. (I)

REACCIONES DE LOS FAMILIARES DE LAS TURISTAS ARGENTINAS AL CONOCER LA SENTENCIA

CRONOLOGÍA DE UN VIAJE QUE TERMINÓ EN TRAGEDIA

8 PASOS PARA ENTENDER EL DOBLE CRIMEN

1.- Tras la muerte de Marina y Majo se inicia la indagación previa

El lunes 29 de febrero de 2016 comenzaron las investigaciones de los hechos presumiblemente constitutivos por el crimen de María José Coni y Marina Menegazzo. Las primeras autopsias se practicaron en Guayaquil y los resultados fueron entregados al fiscal del caso, Juan Pablo Arévalo. En Montañita fueron detenidos Segundo P.M. y Aurelio D. (I)

2.- Juez dicta prisión preventiva en contra de Segundo y Aurelio

El 1 de marzo de 2016, en la audiencia de formulación de cargos, instalada en la Unidad Judicial Multicompetente de Manglaralto, en Santa Elena, el detenido Segundo P.M. dijo que tres colombianos mataron a las chicas, después manifestó que fue Aurelio. Al final, el juez ordenó la prisión preventiva contra ambos. (I)

3.- Venezolano José Miguel O. es implicado por procesado

El 12 de marzo fue detenido el venezolano José Miguel O. por el delito de microtráfico, pero por declaraciones de Segundo P.M. sobre la participación del extranjero y otras cuatro personas en el doble homicidio, su declaración fue tomada en el centro de detención de Guayaquil y luego del cotejo de muestras no fue vinculado con el proceso de Montañita. (I)

4.-  Tres fiscales conocieron el caso del homicidio de las turistas

El 15 de marzo fue designada María Coloma Pazmiño como la tercera fiscal en conocer el doble crimen de las chicas argentinas en Montañita. El primero fue Eduardo Gallardo Rodas, quien efectuó el levantamiento de los cadáveres. El segundo fue Juan Pablo Arévalo quien receptó las versiones de los detenidos, el mismo que luego pidió revocar la prisión para S.P. (I)

5.- Fiscalía y peritos colombianos reconstruyeron escena del crimen

El lunes 25 de abril, la fiscal María Coloma junto con cuatro expertos del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General de Colombia recrearon las circunstancias del hallazgo de los cuerpos. Empezaron por la hostal JN, lugar de hospedaje de Majo y Marina, luego fueron al bar ‘Sin Fronteras’, sitio concurrido por las chicas, finalizaron en la casa donde las asesinaron. El jueves 28 las diligencias se dieron por concluidas. (I)

6.- En audiencia preparatoria de juicio son llamados a dictamen

El 16 de abril se instaló en la Unidad Judicial Pernal de Manglaralto la audiencia preparatoria de juicio, en la cual la fiscal María Coloma emitió su informe acusatorio en contra de Segundo P. como autor del crimen y Eduardo D. como coautor. El 22 de ese mismo mes el juez toma la decisión de llamar a rendir cuentas ante la justicia a los involucrados en el doble asesinato. (I)

7.- Familiares de víctimas acuden a Comisión de Derechos Humanos

El 6 de julio, los familiares de las argentinas Majo y Marina piden no cerrar el caso porque afirman que hay más personas implicadas en el doble asesinato. Además, presentaron una medida cautelar en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para exigir al Estado ecuatoriano una investigación más seria. El fiscal Galo Chiriboga dijo: “Así se hará”. (I)

8.- En audiencia de juzgamiento fueron declarados culpables

El 8 de agosto se inició en el Tribunal de Garantías Penales en la Corte de Justicia de Santa Elena la audiencia de juicio en contra de Segundo P.M. y Eduardo Aurelio D. Después de todos los testimonios, presentación de pruebas y alegatos de los acusadores y defensores, los jueces los declararon culpables del doble crimen. (I)

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