Narcotráfico, tentativa de asesinato, violaciones, secuestro, asociación ilícita, asaltos, ocultación de evidencia  en procesos judiciales, evasión de detenidos y malversación de fondos son algunos de los delitos por los que  203 policías -entre quienes también constan oficiales- fueron separados de la institución.

El ministro José Serrano explicó que, junto con el Consejo de Generales se decidió iniciar un proceso de depuración de los uniformados que “durante años han utilizado el uniforme, a la institución y sus insignias,   para lucrar a título personal y menoscabar la reputación de la Policía”.

El Ministro también aseguró que, en el pasado, de manera fraudulenta los uniformados consiguieron  amparos y acciones de protección que les permitían continuar trabajando y siendo beneficiados dentro de la institución, generando impunidad al interior de  la Policía.

Con la separación de los 203 uniformados, la institución intenta recuperar la confianza de la ciudadanía. Por ello, Serrano dio a conocer la disposición en compañía del  alto mando institucional, así como de oficiales pertenecientes a los diferentes servicios: Policía Judicial, Unidades Especiales, de Operaciones, Rescate,  Investigación y Policía Comunitaria, además de los comandantes de los grupos Motorizados y de Tránsito  a  nivel nacional y provincial.

Según el Ministro, en el proceso de radicalización y transformación de la Policía no solo está el combatir la violencia criminal en todos y cada uno de sus niveles, sino también proteger las actividades laborales de todos quienes conforman la institución.

Esto, como complemento a la inversión en infraestructura física y tecnológica que lleva adelante el Gobierno, que incluye la dotación de armamento y chalecos antibalas. “La protección que necesita nuestra ciudadanía requiere que sigamos investigando para terminar de depurar la institución”, reiteró Serrano.

No obstante, reconoció que en las filas policiales permanecen elementos en situación irregular, quienes próximamente serán separados de la institución.

Rodrigo Suárez, comandante General de la Policía, informó que entre los separados el rango más alto que se vio inmerso en algún tipo de delito es el de  Mayor.

Los dados de baja  ya habrían entregado sus armas de dotación y uniformes al  comando en el que prestaban servicio en cada una de sus provincias.