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El Telégrafo
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Padrastro pasará 34 años en prisión por crimen de niña

El cuerpo de la niña fue hallado el 4 de julio de 2018, dos días después de que su madre reportara la desaparición.
El cuerpo de la niña fue hallado el 4 de julio de 2018, dos días después de que su madre reportara la desaparición.
Foto: Archivo / El Telégrafo
20 de abril de 2019 - 00:00 - Redacción Justicia

Luigi P. M. fue encontrado culpable de quitarle la vida a su hijastra Kerly y por eso fue sentenciado a 34 años y ocho meses de prisión.

La sentencia contempla además el pago de una multa de 800 remuneraciones básicas unificadas. Así lo confirmó el fiscal Luis Gordillo, encargado de la investigación.

El cuerpo de la menor fue encontrado el 4 de julio de 2018 dentro de un saco de yute en la orilla del río Zamora, en la parroquia Cumbaratza, en la ciudad que toma el nombre del afluente. “Luigi P. fue considerado autor material y directo de femicidio”.

La menor presentaba signos de violencia alrededor del cuello, similares al estrangulamiento, según reportó en ese entonces la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Secuestros, Extorsiones y Desapariciones (Dinased).

Diana Chinchay, madre de la víctima, indicó que la última vez que la vio eran las 16:30 del lunes 2 de julio de 2018 cuando jugaba en el patio. En casa también estaba Luigi P., quien tenía 22 años, y la única hija de ambos, de seis meses de nacida.

La mujer se quedó dormida y al despertar no vio ni a su pareja ni a la niña de cuatro años. Asustada salió a la calle, pero no los halló. Al regresar su pareja estaba en la lavandería y al preguntarle por Kerly le respondió que la vio en la calle y que iría a buscarla.

Dos días después el cuerpo fue encontrado, los agentes entrevistaron a Luigi, quien confesó lo ocurrido. Según el reporte, el individuo les dijo que se levantó de la cama a tender una ropa y Kerly se le acercó. En ese momento -dijo- recordó el odio hacia el padre de la pequeña y le tapó la boca y la nariz. Así le quitó la vida.

El hombre, según la información policial, no sabía qué hacer con el cuerpo y primero lo escondió en un armario, luego en un gallinero dentro de la casa. Cuando la familia salió de la casa para buscarla, introdujo el cuerpo en un saco viejo de arroz y lo llevó hasta la orilla del río. (I)

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