El cuadro era desgarrador.  Reyna María Meléndez Mora, de 36 años, permanecía sentada sobre las piedras, con la mirada perdida y balanceando su cuerpo hacia adelante y   atrás, al mismo tiempo que empuñaba con fuerza, una y otra vez, la tierra  que estaba a su alrededor.

A pocos metros de ella, solo se observaba  parte de la endeble estructura de lo que fue su vivienda  que colapsó por las llamas, originadas presuntamente por un cortocircuito, aunque Reyna María piensa otra cosa.

Una percepción popular indica que las desgracias se ensañan siempre  con los más pobres y, tal vez, ese sea un ejemplo de aquello.

Reyna María es madre soltera de 4 niñas de 11, 9, 6 y 3 años. Sobrevive lavando ropa ajena y haciendo  uno que otro quehacer doméstico en casas donde acude recomendada por amigos o vecinos.

Con lo poco que   percibe intenta salir adelante junto con sus hijas, de quienes una, la de 9 años, tiene discapacidad; mientras que la mayor estudia en el octavo año de educación básica en un colegio nocturno del cantón.

Hace apenas unas tres semanas,   relató Vanesa Panchana, personas desconocidas estrucharon  la casa de Reyna María para robarse la cocineta y el  cilindro de gas de uso doméstico, por lo cual la mujer preparaba los alimentos con carbón al aire libre y en el mejor de los casos, en casa de alguna vecina.

Cuando se produjo el incendio,  según   moradores de la cooperativa 12 de Agosto del cantón Durán,  alrededor de las 23:00 del domingo 1 de enero, no había nadie en la vivienda,  porque Reyna María había viajado horas antes, junto con sus hijas, al cantón Ventanas, provincia de Los Ríos, pero no para festejar el inicio del nuevo año, sino para atender a su anciana madre que se encuentra en grave estado de salud.

José Pullotaxi, vecino, fue quien  llamó a Reyna María para informarle   la mala noticia, por lo que la mujer regresó enseguida y solo encontró escombros en el sitio donde  estaba   construida su casa con caña guadua y zinc y    por la cual pagaba alrededor de 33 dólares mensuales a la Fundación Hogar de Cristo.

Los vecinos aseguraron que las causas del siniestro serían  por un cortocircuito, puesto que en el sector la energía eléctrica registró algunas variaciones de voltaje,   inclusive, el servicio fue interrumpido como   tres ocasiones, antes de que  se produjera el fuego.

Sin embargo, Reyna María, quien hasta ese momento estaba ensimismada en el dolor, se llenó de coraje e interrumpió las versiones que daban los vecinos y denunció  que el incendio fue provocado.

La indignación era evidente en Reyna María, quien aseguraba que su casa fue incendiada por las mismas personas que le robaron, que le  lanzaron piedras en días pasados y por quienes habrían abusado sexualmente de su hija especial.

Hecho que fue denunciado ante la Fiscalía de Durán y que hasta la presente fecha no se han obtenido resultados positivos que den con la identidad del o  los responsables, comentó Pullotaxi.

Las personas que estaban aglomeradas en el lugar, espectando el desolador panorama, asintieron lo denunciado por Reyna María. Sin embargo, ninguna   dio mayores   detalles por temor a posibles represalias.

Andrés Huayamabe indicó que es importante que  tanto el Municipio de Durán como los organismos de socorro, y la ciudadanía en general, den la ayuda necesaria para que la mujer se recupere y pueda  tener un lugar para vivir con sus hijas.

Mientras tanto, Pullotaxi ofreció su casa para albergar provisionalmente a las perjudicadas.
Se pusieron a la disposición los números de teléfono  094444654, de Reyna María Meléndez Mora, y el 090875946, de José Pullotaxi para canalizar la ayuda correspondiente.