A las 22:20 de la noche del jueves 20 de junio, 34 días después de la desaparición del estudiante de Comunicación Social Santiago Romo, en un bus de la ruta Mitad del Mundo se inició la reconstrucción de los hechos del pasado 16 de mayo, día  en que fue visto por última vez.

Los tres detenidos,  Édgar M. (19 años), Cristhian D. (34) y José C. (45) fueron subidos al bus con resguardo policial. Familiares de ambas partes tuvieron acceso al transporte, para presenciar el relato del cobrador, Édgar M., en cuyo poder se encontró el celular de Santiago.

El bus salió desde la estación de la Metrovía en el sector de la Ofelia, al norte de Quito. El fiscal Patricio García hizo las veces del joven desaparecido y se subió al bus para luego sentarse durante todo el trayecto en las gradas de la parte posterior, tal y como indicaron los testigos.

Cuando el carro partió de la estación recorrió 25 minutos y llegó hasta el monumento de la Mitad del Mundo, parada en donde debía quedarse Santiago y donde una joven dijo haberlo visto dormido cerca de la puerta del bus. Posteriormente, el transporte avanzó hasta su última estación  en el sector de Rumicucho, con un total de 22 paradas realizadas en el lapso de una hora.

Ahí, el cobrador Édgar M. indicó que le dijo a Santiago que habían llegado a la última parada. Según el relato, el chico estaba dormido y al despertarse se soltó del tubo del cual se sostenía y se sujetó del brazo del cobrador. Al momento de levantarse  su celular se habría caído. Santiago se habría bajado frente a una tienda que ya estaba cerrada, sobre la calle Reino de Quito.  

En el sector, de camino pavimentado y desolado, con pocas viviendas y muchos terrenos baldíos, el joven universitario habría caminado una distancia de 1.750 metros hasta pasar una gasolinera y llegar a un sector más poblado.

En la esquina de un colegio, una mujer y su hija, dueñas de un puesto de comida, señalaron a fiscales y peritos que vieron a un joven aquella noche. Según su versión, Santiago se habría acercado a preguntarles en dónde podría coger un carro para regresar hasta el monumento de la Mitad del Mundo. La mujer aseguró que únicamente le dijo que siga caminando largo por la misma calle; unos diez pasos más allá lo perdió de vista, señaló.  

Durante la diligencia, los familiares señalaron que dudan  de la versión de que Santiago, quien habría bebido alcohol, haya podido caminar tanta distancia y haber llegado a las 23:30.

La caminata que el Fiscal realizó para simular lo que habría pasado mostró que, en circunstancias normales y a buen ritmo, un persona se demora un promedio de 20 a 25 minutos caminando ese tramo. Sin embargo, en las condiciones en las que estaba el joven, el tiempo variaría y sería mayor.

Juan Córdova, abuelo de Santiago, señaló que la testigo dijo que vio a su nieto a las 23:30, sin embargo, a esa hora él recién se habría estado bajando del bus en el sector de Rumicucho.

Moradores del sector que estuvieron presentes en la diligencia reclamaron la libertad de los detenidos. Aseguraron que son trabajadores como todos y que ellos no tienen nada que ver en este caso.