“¿Alguien te dijo que consumir drogas te hace más bacán?”, preguntó uno de los artistas que se subió a la plataforma de un tráiler usada como tarima en un parque de la ciudadela Sauces 8, en el norte de Guayaquil. “¡Sí!”, exclamó un adolescente de 16 años. No lo dijo muy alto para solo resaltar entre sus compañeros de curso que escuchaban el mensaje. “Pues déjame decirte que no eres el más bacán, sino el más bobo”, replicó el animador.

El adolescente solo abrió descomunalmente sus ojos y miró a sus compañeros haciendo un gesto de “está loco”. Luego agachó la mirada.

“Tal vez yo no tuve a alguien que me dijera esto a tiempo. Por eso me metí a consumir y traficar estupefacientes en la ciudadela La Valdivia (sur de Guayaquil). Compuse canciones para que más jóvenes cayeran en el vicio. La fama me acompañaba afuera, pero al llegar a casa no tenía a nadie que me acompañara. Perdí a mi familia, a mi esposa y a mi hijo”, contó el cantante conocido como ‘Gary Raper’, quien ahora se identificó como un hombre convertido a Dios.

El joven creó canciones como ‘Plo-plo-plo’, por el nombre que toma la cocaína disuelta con bicarbonato de sodio y agua; y otras referentes al sexo. Ahora en sus composiciones relata su testimonio.

Dale ‘Nocaut a las drogas’

En el parque de Sauces 8 hace poco un estudiante se desplomó junto a una cancha de cemento. No pudo llegar a su colegio ubicado a unos metros. Ahí se realizó el pasado jueves un evento en el que se dio a conocer la iniciativa ‘Nocaut a las drogas’.

Julio Mora Vicuña, quien preside la Organización Mundial de Artes Marciales (OMAD), es el mentalizador de este proyecto. “La finalidad es que los niños y adolescentes se alejen del consumo de drogas y de la delincuencia juvenil. Está comprobado que si un joven empieza a drogarse, por la necesidad de comprar más robará en su casa y luego a la comunidad”, expresó.

Para eso se están creando jornadas deportivas, en las que se incluyen las artes marciales, y artísticas para que los muchachos realicen una actividad extracurricular.

De acuerdo con las cifras de la Dirección Nacional de Antinarcóticos (DNA), en el primer semestre de 2015 hubo 89 casos de microtráfico en las Unidades Educativas. El año anterior fueron 66. Esto representa un incremento del 35%.

2.000 ‘cinturones negros’

“El espacio de tiempo y de distancia entre el colegio y la casa es peligroso”, enfatizó. “Somos unos 2.000 profesores cinturón negro y podemos impartir esta actividad de forma voluntaria en más colegios; ahora empezamos con 4, en los que hay más de 1.000 alumnos. Para acrecentar el interés se organizarán concursos y campeonatos interbarriales.

Esta actividad ya se imparte en la Facultad de Educación Física de la Universidad de Guayaquil. Ahí pueden ir personas de cualquier edad.

Mora indicó que ha conversado con delegados del Ministerio de Educación, Salud, Interior y Deportes para recibir un apoyo y replicar esta actividad en más sectores.

Cira, una habitante del sector, quien trabaja con adolescentes, también se dirigió a los muchachos y les contó cómo este último mes vio morir a un joven por estar en grupos delictivos. “Su propia madre, hace muchos años, cuando le dije que su hijo estaba relacionado con delincuentes, me dijo que yo era una mentirosa. Le recalqué que el día que vea muerto a su hijo se iba a arrepentir, y así fue”, dijo.

Comité contra el consumo

Oswaldo Huacón, líder barrial de Sauces 8 y vicepresidente nacional de la agrupación Ñetas (capítulo Santa María), expresó que en el sector se creó un comité barrial para luchar contra la problemática del consumo de drogas. “No podemos decir que todos los chicos son dañados, porque no es así, pero sí ha habido casos en los colegios. Hay cosas que se escapan de las manos a los profesores, pero ellos también están prestos a ayudar”.

El dirigente destacó que los agentes de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) son los que están permanentemente en el barrio y nos han apoyado en todo para recuperar, sobre todo, los espacios públicos.

“Nosotros podemos ayudar con nuestros testimonios. Estos causan un impacto, porque escuchando la realidad es como se puede entender. Lo que sí me causó un poco de malestar es que una funcionaria no le dio la importancia al evento y dijo que aquí todo está controlado. La invito a salir de su oficina y ver la realidad de los colegios y de las calles”, fustigó Huacón. (I)