Según las últimas estadísticas procesadas por la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), un total de 1.283 personas retornaron al país de manera forzosa, en lo que va del presente año. En este grupo están incluidos los  68 compatriotas que fueron deportados, el viernes anterior,  desde los EE.UU. tras ser detenidos por los agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

Irene Ferruzola, subsecretaria del Senami-Litoral, resaltó el hecho de que la institución pone  a disposición de los compatriotas un autobús para trasladarlos desde  Guayaquil hasta el zona del Austro, de donde la mayoría es  oriunda. Así, como también de procurar, a su llegada,  orientarlos sobre posibles ocupaciones laborales, a instancias de proyectos vigentes.

“Estos operativos de recibimiento son coordinados entre la Senami, consulados y embajadas del Ecuador en el exterior; Policía de Migración, Fiscalía del Guayas, Tagsa, la Dirección de Aviación Civil y el Ministerio de Salud Pública”, manifestó la funcionaria, quien agregó que los indocumentados llegaron a bordo de una aeronave del Sistema Federal de Transporte de Inmigrantes Ilegales y Prisioneros de Justicia de los Estados Unidos (JPATS, por sus siglas en inglés).

En 2011 hay un promedio de 150 deportados por mes, la mayoría  es del Austro. Según la subsecretaria de la región, Tania Álvarez. Unos son detenidos en la frontera entre México y EE.UU., y otros dentro de este último país, porque son indocumentados. 

En los casos de deportación, explicó Álvarez,  el Gobierno de EE.UU. coordina con la Senami su regreso. Las autoridades estadounidenses remiten el listado de los emigrantes que serán deportados para ubicar e informar a sus familias.

Las personas expulsadas -algunos de los deportados fueron detenidos  por  varios   delitos, como ingreso a la propiedad privada, posesión ilegal de armas, robo, posesión de drogas y conducción bajo la influencia de alcohol- son entregadas en los aeropuertos a funcionarios  de la Senami.

Este personal les provee de equipos de aseo y los ayuda  para que retornen a sus ciudades de origen en buses y se reencuentren con su familia. Según Álvarez, la cifra de deportados aumentó desde los atentados a las Torres Gemelas y se complicó con la crisis mundial  y el endurecimiento de las normas migratorias.

Las autoridades estadounidenses deportaron en el último año, unos 397.000 indocumentados de diferentes nacionalidades, de quienes 210.000  con antecedentes penales.

Las 397.000 deportaciones ocurrieron entre octubre 2010 y septiembre de 2011 (año fiscal). Un año antes, el ICE deportó a 390.000 personas, 195.000 de ellas con detenciones anteriores.