Julio Bernardo A.A., privado de la libertad de la cárcel de Sucumbíos, sufrió un infarto cerebral, lo que le ocasionó  parálisis parcial del cuerpo, incontinencia e incapacidad de entender el lenguaje. Estuvo 33 días hospitalizado, pero el 30 de noviembre regresó al centro penitenciario.

La Defensoría del Pueblo, que conoció el caso, planteó un habeas corpus, para que regrese Julio Bernardo al hospital de Nueva Loja. El 4 de diciembre lo ganó y volvió a la casa de salud. Se consiguió el objetivo de salvaguardar sus derechos a la vida y su integridad física.

La Corte Provincial de Sucumbíos dispuso que en esta semana el juez que ordenó la prisión de Almeida cambie la medida cautelar a favor del interno.

Justamente este caso se resuelve con una medida favorable, cuando hoy se cumplen 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DD.HH), a nivel mundial.

Marcha para exigir respeto
Con una marcha y un festival, se celebra esta mañana en Guayaquil el Día de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada en París en 1948.

El evento es organizado por la Defensoría del Pueblo en conjunto con el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) y el colectivo Todxs.

La caminata iniciará a las 09:00 en el parque Centenario (Lorenzo de Garaicoa) y recorrerá la Av. 9 de Octubre hasta la plaza San Francisco, en la intersección con la calle Pedro Carbo, donde se desarrollará un festival artístico y una feria institucional de información.

Billy Navarrete, secretario ejecutivo del CDH, explica que son las actividades centrales de la agenda “16 días de activismo”, la cual inició el 23 de noviembre y concluirá el 13 de diciembre.

Sobre la situación de los derechos humanos en Ecuador, Navarrete considera que existen graves preocupaciones en el tema de respeto, pues si se observa lo que declaran los 30 artículos del Acta Universal de Derechos Humanos se concluye que hay una gran brecha que cubrir para garantizarlos.

Sin embargo, el activista admite que existen avances en algunos ámbitos y que esto viene de la mano con la aparición de nuevos colectivos que exigen cumplimiento y respeto de estos derechos.

Para Navarrete merecen especial atención, la lucha contra la impunidad, la violencia de género e intrafamiliar y la defensa del derecho a la vida. “Un caso cercano es el de tres personas que fueron linchadas en Posorja. Que en una comunidad que se encuentra a pocos kilómetros de la capital económica del país, se den estos hechos, habla de la situación precaria en la que viven. La falta de acceso al agua potable en Durán es otro ejemplo de incumplimiento”.

Mostró su preocupación por la reducción de la inversión estatal en el área social, pues eso se traduce en la precarización del acceso a la salud, trabajo y educación.

Para el arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, el tema del derecho a la vida es urgente. Asegura que el aborto atenta contra la Declaración y se debe trabajar no solo para evitarlo, sino para remediar el “inmenso daño psicológico y físico  que ocasiona”.

Marco Pacheco, coordinador de la Zona 8 de la Defensoría del Pueblo, sostiene que la importancia de la Declaración radica en la interrelación entre sus artículos. “Si se garantiza, por ejemplo, el derecho al trabajo con una remuneración digna, esto permite que la persona tenga la posibilidad de acceder a la seguridad social, a la educación, a la salud”. (I)