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Cadena perpetua para padres que secuestraron y torturaron a sus 12 hijos

La pareja que por años confinó y torturó a 12 de sus 13 hijos en la “casa del horror”. Ellos se declararon culpables de 14 delitos.
La pareja que por años confinó y torturó a 12 de sus 13 hijos en la “casa del horror”. Ellos se declararon culpables de 14 delitos.
Foto: www.panorama.com.ve
22 de abril de 2019 - 00:00 - Redacción Justicia

Jordan Turpin, de 17 años, escapó de casa y pidió ayuda para que rescataran a sus hermanos secuestrados y torturados por sus padres en una casa en Los Ángeles, California, Estados Unidos.

En su mano llevaba un teléfono con fotografías de las condiciones infrahumanas en las que vivían, de las cadenas que los ataban, de los harapos que vestían. No quería que al salir su historia fuera puesta en duda.

Los padres David Allen Turpin, de 57 años, y Louise Ann Turpin, de 50, fueron condenados a cadena perpetua con la posibilidad de obtener la libertad condicional a los 25 años de cárcel.

Ellos fueron procesados por 49 cargos: 12 de tortura (uno por cada niño, menos el bebé de dos años, que se encontraba en buen estado), 12 de secuestro, 7 de abuso de un adulto dependiente, 7 de abuso infantil.

Los niños, quienes vivían en la oscuridad, estaban desnutridos, sucios (los bañaban una vez al año), encadenados.

Diario El País reseña que Louise pidió perdón “por todo el daño” hecho a sus hijos. “Les quiero más de lo que dijo “quiero a mis hijos y ellos me quieren a mí”. La mayor de las víctimas tiene 29 años y solo el más pequeño, de dos años, no presentó signos de maltrato.

En la última audiencia se conocieron por primera vez las declaraciones públicas de varios de los hijos.

Algunas de ellas son perturbadoras, como la del chico que pidió una sentencia liviana alegando que todo lo que habían hecho sus progenitores no buscaba más que “protegerlos”, recoge la agencia AP.

“Quiero a mis padres y los he perdonado por muchas de las cosas que nos hicieron”, dijo otro de ellos.

El fiscal de Riverside, Mike Hestrin, definió lo ocurrido en aquella casa como un caso de “depravación humana”.

Pese a todas las rarezas que mostraba la familia, los padres mantuvieron los delitos ocultos de los vecinos. Tampoco tenían contacto con parientes. Sin embargo, sí publicaban fotografías en sus redes sociales con apariencia de familia feliz. (I)

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