Cada día hay más rejas en las entradas a los barrios

La noche del 22 de enero pasado, en la urbanización conocida como Mucho Lote, en el norte de Guayaquil, un robo a mano armada alertó a los habitantes del sector.

“¡Me robaron, auxilio, me robaron!”, gritaba impotente y desconsolada Verónica A. minutos después de que dos sujetos la asaltaran mientras parqueaba su vehículo al pie de su casa: “Me apuntaron con una pistola y se llevaron  las llantas de emergencia, herramientas, documentos personales y dinero”.

Mientras los delincuentes se fugaban  -entre los oscuros pasadizos del sector-, varios moradores del sector salieron de sus casas para auxiliar a su vecina.

“Aquí la delincuencia está imparable. Son pandilleros que vienen desde Bastión Popular a robar”, comentó un  habitante de la zona que prefirió no identificarse.   

Ante casos delictivos similares, hace un mes, los moradores de ese sector tomaron la decisión de cerrar con puertas de hierro el paso a las personas extrañas a la cuadra. “Hemos puesto una tarifa de $ 50 por familia para financiar el costo de ambas rejas”, aclaró  Remberto Rodríguez, presidente de la manzana 23-87 de la Séptima Etapa de Mucho Lote.

Dijo que la medida ha permitido reducir los actos ilícitos registrados en el barrio. “Los delincuentes antes pasaban corriendo por aquí y ahora con el cierre se ha logrado prevenir el cometimiento de otros hechos”.         

En un recorrido realizado por este diario, se constató que un sinnúmero de cuadras de la zona y en otras ciudadelas hay similares cerramientos. Acciones como esta son destacadas por las autoridades policiales que promueven estrategias destinadas a la prevención del delito.

Uno de esos planes es el proyecto de concienciación social denominado “IV Distrito Seguro”, que busca promover la participación de la comunidad en actividades culturales que permitan a los niños, jóvenes y adultos aprender sobre las destrezas y aptitudes necesarias para prevenir, protegerse y enfrentar con mayor eficiencia las situaciones no seguras.

Para el comandante del IV Distrito, Joel Loaiza, el incremento alarmante de la delincuencia en los últimos años obliga a buscar medios para que la Policía Nacional instruya a la sociedad civil sobre seguridad ciudadana.

El oficial recordó que su institución, en los últimos 30 años, ha desarrollado algunos programas  en materia de seguridad, citando como ejemplo la creación  de los retenes en los años 80, los Puestos de Auxilio Inmediato (PAI) y las Brigadas Barriales de Seguridad en los 90 y la Policía Comunitaria en el 2004.

Otra de las medidas adoptadas es la capacitación de los uniformados para la planificación de acciones en contra de la delincuencia. El pasado viernes,  22 agentes recibieron el diploma que los acredita haber culminado el “I Curso de Análisis de Operaciones Policiales”.

El jefe del Departamento de Análisis del Delito de la jurisdicción, Guido Núñez, señaló que esta capacitación aportará   a la aplicación de nuevas estrategias.

Aclaró que los procesos de análisis de la información deberán ejecutarse en cada comando orientados a reducir los niveles de inseguridad. Así, dijo, se dará apoyo a la generación de políticas de seguridad pública.