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1.710 horas de capacitación deben completar hasta diciembre de 2014

29 policías serán los primeros detectives del país

Una de las técnicas que les enseñan a los agentes es a amortiguar las caídas y levantarse rápidamente. Foto: Fernando Sandoval / El Telégrafo
Una de las técnicas que les enseñan a los agentes es a amortiguar las caídas y levantarse rápidamente. Foto: Fernando Sandoval / El Telégrafo
20 de julio de 2014 - 00:00 - Redacción Justicia

El día está soleado, pero irónicamente cae una tenue lluvia que no amilana a los 29 uniformados, que  comienzan sus ejercicios de calentamiento de muñecas y cadera para probarse su examen de defensa personal, una de las materias esenciales en su proceso de formación para convertirse en los primeros detectives de Ecuador.

Los casi 3 decenas de policías pasaron por un proceso de selección a nivel interno, entre 780 aspirantes para ser parte de esta primera generación de detectives con formación académica, que se inició en diciembre de 2013. Estas pruebas tienen como escenario los patios del Instituto Tecnológico Superior de la Policía Nacional (ITSPN).

Con un  tradicional kimono karategui se presenta ante los agentes del orden el instructor José Cachago, quien tiene 3 años dictando clases prácticas de defensa personal en la carrera de Criminalística en la institución policial. El maestro en artes marciales enseñó y dirigió, en una semana, a los futuros detectives  en desplazamientos, esquives, golpes de puño y defensa de armas blancas y de fuego. En el arte marcial se debe ser constante, un ejercicio debe ser practicado hasta 1.000 veces para aprender a usarlo correctamente, y aún así hace falta.

La prueba comienza. Los 29 agentes están formados en filas, 24 varones y 5 mujeres (ellas serán las primeras féminas con el cargo de detective). Todos visten camiseta negra y pantalón de camuflaje. El instructor  Javier Quimbita indica a sus discípulos cómo ejecutar un ‘roll’, un ejercicio que consiste en caer a tierra, rodar con su cuerpo al frente y volver a estar de pie. Luego, de espalda.

Quimbita, que tiene 8 años en la institución policial dictando clases también de defensa personal, explica que esos ejercicios son para amortiguar las caídas, pues en esta práctica, “tienen que saber cómo caer”. Y también levantarse lo más rápido posible, con su mismo peso deben incorporarse en un segundo.

Continúan otros ejercicios para aplicarlos en situaciones de peligro, las simulaciones de ataque con arma blanca o de fuego. En ese momento, emplean técnicas de defensa efectivas, que consisten en neutralizaciones y luxaciones, es decir, se dobla el brazo del atacante y se lo lanza al suelo. El posible delincuente queda inmovilizado.

En la vida cotidiana se puede aplicar este entrenamiento cuando el peligro acecha. Quimbita lo hizo al ver el  robo de la cartera a una señora, le aplicó al delincuente la neutralización con puntos de presión en el cuello, piernas y abdomen.

Las técnicas de defensa personal sirven, pero los policías están obligados a seguir el protocolo del ‘uso progresivo de la fuerza’. “Si el delincuente saca un cuchillo, desde el  cinto el policía saca un PR-24 (tolete), para bloquearlo y quitárselo”, explica el maestro.

Cuando el atacante saca un arma de fuego, “el agente también lo hará, pero de manera preventiva, esto es  hacia abajo, no apuntando”. De acuerdo con el protocolo, se tendría que esperar a que el delincuente dispare primero para que el policía responda. Si el uniformado lo hace primero, “tendría un juicio por abuso”, asegura Quimbita.

Javier Aguirre, de 34 años, es el comandante del curso de detectives. Manifiesta que tiene 10 años en la institución. No solo aprendió a defenderse,  sino que alimentó sus conocimientos. “Hemos revisado todo lo referente a resolución de conflictos y metodología de investigación, incluso delitos informáticos”.

Fernanda Tipán, de 23 años, está cumpliendo su sueño de niña. Ella quiere ser una excelente detective y si es posible participar como agente encubierto en operaciones antidelictivas.

El examen concluyó y todos pasaron. Los instructores se despiden y felicitan a los 29 uniformados.

En los primeros 6 meses los aspirantes a detectives aprobaron 12 módulos de teoría, y desde julio empezó el entrenamiento práctico. A finales de año habrán completado 1.710 horas de capacitación como agentes de investigación.

Los futuros detectives del Ecuador vestirán el uniforme de la Policía Nacional en diciembre, en su graduación.

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