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La rehabilitación tomará al menos 6 meses. cada caso es individualizado

260 privados de la libertad adictos a las drogas llevan más de un mes sin consumir

Los privados de la libertad ya realizan actividades deportivas, cuando antes no podían ni caminar. Foto: cortesía
Los privados de la libertad ya realizan actividades deportivas, cuando antes no podían ni caminar. Foto: cortesía
01 de octubre de 2015 - 00:00 - Karla Naranjo Álvarez

Juan Carlos M. pide perdón a su familia por el daño que les hizo al estar la mayor parte del tiempo drogado, mientras estaba libre. “Les fallé. He perdido todo, a mi madre, a mis hermanos y quiero que si un día me vienen a visitar, me vean sonriendo y recuperado. Tengo mi corazón destruido”, expresa el interno que junto a otros 260 privados de la libertad de la Penitenciaría del Litoral se recuperan en un pabellón exclusivo para la rehabilitación de personas con consumo problemático de esas sustancias.

“Es muy duro enfrentar esto solo. Les pido que vengan, que ya no me den la espalda. Ahora estaré siempre con Dios para seguir hacia adelante”, ruega el interno, mientras está en el patio de la edificación designada con este fin desde hace poco más de un mes.

Al inicio los reos no podían mantenerse en pie. El consumo de los estupefacientes, principalmente del conocido ‘H’, no los dejaba realizar ni las actividades más básicas. En los anteriores pabellones no comían, porque vendían sus alimentos para poder comprar más dosis, por eso tenían un elevado grado de desnutrición. Comercializaban hasta los kits de aseo de la desesperación.

Ledy Zúñiga, ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, indicó que en el Centro de Rehabilitación de Varones Guayas N°1, conocido como la Penitenciaría del Litoral, se realizó un censo y una valoración para determinar cuántos de los internos necesitaban del tratamiento para dejar la adicción.

De alrededor de 5.000 privados de la libertad (PPL) analizados, 400 habían ingresado al penal con problemas de drogas y eso los había llevado a cometer delitos. De esa cantidad, 257 aceptaron ser tratados.

“La mayoría son jóvenes que se han visto tentados a caer en la drogadicción. Eso los tiene ahora cumpliendo sentencias y procesos de investigación por otros delitos. Con los resultados del tamizaje determinamos quienes tenían serios problemas de adicción, tan serios que estaban cerca de morir”, detalló.
Los internos se comprometieron y dieron su consentimiento, con papel firmado, para acceder al programa de recuperación, el cual incluyó el no tener visitas durante los primeros 20 días.

La abstinencia provocó mucho dolor

David, otro interno que consumió drogas por más de 5 años, narró que para él fue difícil la primera etapa, pues sintió dolores de estómago, huesos, cabeza, mareos, fiebres, insomnio, irritabilidad, ansiedad y otras molestias. “Las drogas solo llevan a la muerte y eso quiero que lo sepa la juventud”, declaró.

“En la primera visita que hice, muchos de ustedes me rogaban salir de este pabellón, porque la adicción los estaba consumiendo. Y verlos ahora con un nuevo semblante y esperanza de vida nos hace pensar que estamos en el camino correcto... ustedes llevan 30 días sin consumir droga”, enfatizó la ministra Zúñiga dirigiéndose a los privados de libertad durante el evento de presentación de esta área. “¡Sí se puede!”, gritaron a una sola voz los internos.

La Ministra explicó que las adicciones deben ser tratadas a través de políticas de salud pública y, por eso, se trabajó coordinadamente con personal del Ministerio de Salud Pública (MSP) para elaborar un protocolo acerca de la atención dentro de los centros penitenciarios.

“Estamos trabajando con una brigada que en la primera fase estuvo las 24 horas del día, por el síndrome de abstinencia. El proceso completo tomará unos 6 meses, luego los internos se reinsertarán a los planes de vida.”, explicó. En este pabellón ya se practican manualidades y deportes.

Además, la secretaria de Estado indicó que cada vez que una persona sea ingresada al centro, se le realizará una evaluación para determinar si debe ingresar a ese pabellón de tratamiento. Esta iniciativa es replicada en todos los centros de rehabilitación social.

María Fernanda Andrade, viceministra de Salud Pública (subrogante), manifestó que este servicio se presta a nivel nacional. “Aquí tenemos un caso excepcional, porque ellos mismos identificaron el problema y eso permite que nuestros psicólogos, psiquiatras y médicos puedan brindar un tratamiento más adecuado. Nosotros garantizamos la atención permanente con los medicamentos que necesitan”, precisó.

La funcionaria explicó que cada caso es individualizado, pero que generalmente el tiempo de recuperación es de unos 6 meses. “Para que sea integral, el régimen también involucra a los familiares y hasta quienes los acompañan en las cárceles”, añadió.

“Son alrededor de 257 pacientes los que están aquí, a quienes les hemos dado 3 mil atenciones y entregado aproximadamente 5 mil medicamentos. Este modelo de gestión lo estamos implementando a nivel nacional. La predisposición de ellos es lo más importante para recuperarse, esto debe ser un ejemplo en todo el país”, sostuvo Andrade.

Derechos de los privados de la libertad

El Código Orgánico Integral Penal (COIP) en el artículo 12 establece los derechos de las personas privadas de la libertad; entre esos consta el de salud. Respecto a las adicciones, estipula que el personal del MSP brindará tratamiento de carácter terapéutico de rehabilitación mediante consultas o sesiones, con el fin de lograr la deshabituación. La atención se realizará en los centros de privación de libertad a través de personal calificado para el efecto. (I)

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