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El Telégrafo

Tres políticos opositores reconocen ser proveedores de información a la prensa

Tres políticos opositores reconocen ser proveedores de información a la prensa
03 de septiembre de 2012 - 00:00

“Fernando Villavicencio presentará nueva denuncia en caso Palo Azul que incluirá a Galo Chiriboga y Lucy Blacio”; “Soy un perseguido político, dice Galo Lara” y “Asambleísta Leonardo Viteri lanza graves denuncias contra Contralor”, son algunos de los titulares que la prensa privada ha destacado sobre las “reveladoras denuncias” efectuadas por el sindicalista petrolero y los dos asambleístas opositores al régimen. Viteri se considera un proveedor de información de los medios privados, Villavicencio un “compartidor” y Lara “amigo” de los medios.

Amplia cobertura les han dado los medios privados a Villavicencio y los asambleístas Leonardo Octavio Viteri, ex Partido Social Cristiano (PSC) y Galo Lara Yépez, de Sociedad Patriótica (SP) para que expongan sus denuncias sobre supuestos sobreprecios, especialmente en el campo de la contratación en salud pública, petróleos e infraestructura vial, entre otras cosas conocidas.

Los tres políticos, pese a las publicaciones y a que serían visitantes frecuentes de las oficinas de la revista Vanguardia y de diario El Universo, en Quito, dicen no tener periodistas ni medios “consentidos” y  peor responder a un proyecto para alarmar a la población y desacreditar al Gobierno.

El comunicador que se hizo sindicalista petrolero y la prensa lo convirtió en experto

Fernando Villavicencio Valencia -quien laboró en Petroecuador desde 1996 como comunicador social, se hizo sindicalista y fue despedido en 2000 en el gobierno de Jamil Mahuad- dice que sólo cobró 15.700 dólares de indemnización y no 700.000, como se alude. Y pese a los extensos y continuos espacios que le da la prensa, dijo a El Telégrafo que no se considera proveedor ni filtrador de información de los medios privados, sino un “compartidor” de información.

Este político, ex dirigente de la Coordinadora de Movimientos Sociales y colaborador de  El Universo y Vanguardia, ha participado en alrededor de 20 seminarios sobre petróleo y economía. Cree que diversos gobiernos lo han perseguido por ser un “nacionalista” que defiende intereses del Estado. “Yo fui despedido por la derecha, por el gobierno al que lo derrocamos, el de Mahuad. Luego fui perseguido por Gustavo Noboa por denundiar que entregó el Campo Palo Azul a los Isaías, porque presenté la denuncia en la Comisión de Control Cívico, porque fui asesor del vicepresidente del Congreso de ese entonces, Antonio Pozo y fundé Pachakutik. Por eso, porque he estado vinculado a movimientos sociales”.

Asegura que fue perseguido en el gobierno de Lucio Gutiérrez, por lo que debió estar  4 meses prófugo ya que sobre él pesaba una  orden de captura por oponerse a la privatización de la “joya de la corona”. “Mi vida ha estado entre el periodismo, la literatura, la política y el tema petrolero. Siempre he estado perseguido, por lo que para mí no es raro lo que me pasa ahora”,  señaló en la entrevista concedida en su oficina, sobre cuyo escritorio reposan diarios privados y, entre otras cosas, un soldado de plástico armado y equipado, listo para la guerra.

A este sindicalista, nacido en la provincia de Chimborazo y que desde hace más de dos años asesora al asambleísta opositor Cléver Jiménez (Pachakutik), ganando un sueldo de 2.200 dólares, los mismos medios que lo ensalzan se han encargado de victimizarlo. Así, por ejemplo: “Es infundado y ridículo pensar que Villavicencio y algunos medios actúen confabulados para perjudicar a Galo Chiriboga, el  candidato personal del presidente Correa a Fiscal General”,  destacó en la página web: www.amazoniactual.com.

En un artículo de opinión, el subdirector de diario Expreso, Jorge Vivanco, destacó hace algún tiempo: “Quien se encarga del análisis de casos concretos en los que encuentra corrupción  es Fernando Villavicencio, periodista y dirigente de movimientos sociales, que con aplastantes pruebas salidas en la mayor parte de los archivos del sector público, demuestra la intervención de mafias y gánsteres, en proyectos como los poliductos y la empresa Setemi, el caso Prada Cortez, el de Ecuavital, el inflamable negocio del GLP (su almacenamiento), Ecorterm y Trafigura, la planta Monteverde, el caso Armadillo, Palo Azul, la lista de Christian Zurita, Fabricio Correa, el robo de documentos y cerca de una decena de casos más”. Esto se lo puede leer en la página web de diario Expreso, reproducida por www.amazoniactual.com.

Según publicó El Universo, el 9 de mayo de 2012: “Por acusaciones de genocidio en los sucesos del 30-S, el asambleísta de Pachakutik, Cléver Jiménez, y el analista petrolero, Fernando Villavicencio, podrían enfrentar una demanda penal entablada por Rafael Correa”.

Villavicencio, quien también dice ganarse la vida realizando consultorías,  apareció el 24 de junio pasado ante la prensa para apoyar la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo. “Cavó su propia tumba”, dijo, y sin ocultar su fastidio  contra el mandatario ecuatoriano, criticó la postura de Correa por rechazar el irrespeto a la democracia en ese país, “por parte de sectores tradicionales que pescan a río revuelto en una crisis política...”, como lo recogió Ecuadorinmediato.com.

Villavicencio, quien colabora con notas especiales para Vanguardia, como consta en su portal web www.revistavanguardia.com (ver facsímil), acepta que no es investigación periodística cuando comunicadores de ciertos medios sólo recojen como única fuente lo que él dice o presenta en documentos, pero resalta: “Ese no es mi problema, pero no es correcto... si el medio le deja hacer eso al periodista, que pena”.

Cree que su ventaja para tener acogida en los medios no sólo está en lo que revela, sino en tener nexos con “compañeros de aulas, la gran mayoría de periodistas que están ahora en medios: Janeth Hinostroza y  Freddy Paredes (Teleamazonas); Christian Zurita (ex periodista de  Expreso, actualmente de El Universo y uno de los autores del libro El Gran Hermano)... Eso puede ser un elemento a favor, no sé”.

Admite que en el día lo visitan en su oficina periodistas de La Hora, El Comercio, Hoy y “otros 20 más”, así  como  asambleístas, dirigentes de movimientos sociales, periodistas internacionales, estudiantes... “Mi ventaja es tener información actualizada. Esa es mi ventaja quizá  sobre todos. Si me puedo botar una perla, creo que soy la persona que mejor información de petróleo tiene: 8.300 PDF de irregularidades en el sector petrolero.

Tengo 7 libros escritos y estoy preparando uno más  sobre  la renegociación de contratos y la entrega de los campos Shushufindi, porque eso me gusta”, indicó.
Según él, no es tan “imbécil” como para sacar y decir cualquier cosa a la prensa, aunque admite que “a veces a uno se le va la mano”.

No cree que la prensa independiente se aproveche de él  ni que él se sirva de ella. “A mí me hubiese ido muy bien callándome la boca, estuviese forrado de plata si me hubiese callado  porque en este país hay gente que vende información. Soy un hombre pobre, vengo de una familia humilde, campesina de Chimborazo. Vivo en Carapungo (norte de Quito), a mucho honor, no como otros que vivían en la Mena Dos (sur de Quito) y ahora hasta van en un carro con sirena. Yo sigo allí...”.

“En lugar de que el presidente me diga: ‘Oiga tiene toda la razón’, me dice ‘melenudo’, ‘sinvergüenza’, ‘canalla’, ‘estafador’, ‘vende patria’...”, se queja, mientras el periodista Christian Zurita entra y sale de su oficina durante la entrevista con este Diario.

Villavicencio aclara que no sólo acude a medios que “le paran bola”, sino a la Fiscalía. “Hay demasiada información y no solo la tengo yo, la tienen a nivel internacional... Quién me va a callar, he presentado denuncias a nivel internacional sobre el  comercio de crudo y no creo que haya logrado engañar, por ejemplo,  a Reuters. Una cosa es que aquí, en la parroquia Ecuador, uno pretenda engañar a alguien, pero no creo que una agencia internacional se deje... No les proveo información, me piden, me dicen ¿puede ayudarme con eso?, y digo: claro. Es como si usted me dijera: ¿me va a dar documentos?, y yo le digo: por supuesto, si la información es pública. ¡Que me diga alguien si he hecho negocios con un documento!”, encara.

Señaló que los temas que ha revelado le demandan mucha investigación y estudio, o “creen que viene el New York Times, Miami Herald, Reuters, El Universal o cualquiera  y me entrevistan porque no soy nada. No sé si soy experto, porque hasta de eso se burla el presidente Correa; pero qué poder tengo yo con los Mantilla (El Comercio), con los Alvarado Roca (Ecuavisa), con el “gringo” Mantilla (Hoy)”.

Consultado sobre: ¿Qué opina respecto a que ciertos medios privados  publican sus denuncias sin indagar o contrastar, sólo basándose en sus investigaciones y poniendo al pie de la letra lo que él les da: copiar y pegar?, respondió: “Eso está mal, el periodista tiene que tomar mi versión, la versión de los implicados, contrastar, pero eso ya no es mi responsabilidad...”.

“Creo que los medios también políticamente juegan su propio proyecto, abriendo a determinadas voces, claro, no creo que hayan ingenuidades allí”, dijo, y resaltó que no toda la información que le piden  se publica, lo cual se debería “a que también los medios tienen intereses. En eso coincido con el presidente Correa, claro que tienen intereses”.

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