La Corte Nacional de Justicia (CNJ)  quedó ayer totalmente conformada, una vez que el Consejo de la Judicatura de Transición (CJT) posesionó a los 21 nuevos conjueces.

Ellos, al igual que los 21 jueces   que fueron   juramentados el 18 de  enero pasado, estarán en funciones por nueve años.

Paulo Rodríguez, presidente de la Judicatura, explicó que los conjueces serán quienes reemplacen, por sorteo, a los  jueces en caso de impedimento, ausencia o recusación e integrarán, también por sorteo, el Tribunal de tres miembros que calificará, bajo su responsabilidad, la admisibilidad o inadmisibilidad de los recursos, como el de casación,  en las  salas especializadas  a las que sean asignados para conocer y resolver las causas,  cuando una sala  sea recusada   por falta de despacho.

Otra de sus  funciones será organizar los fallos de  cada sala, seleccionar los precedentes para conocimiento de  los jueces ponentes cuando van a  exponer sus argumentos  y establecer los casos de triple reiteración a fin de ponerlos a conocimiento del Presidente de la Sala. Rodríguez dijo que no se contratarán asesores, sino especialistas jurídicos que ayuden a los jueces.

Según Carlos Ramírez, presidente de la CNJ,  los conjueces calificarán los recursos de casación, a excepción del área penal. Dijo que será beneficioso porque ellos  deberán analizar y concluir si estos se mantienen. 

Mauricio Jaramillo, director general del CJT, señaló que el salario de los conjueces es de 5.200 dólares, mientras que un juez factura  5.800 dólares.

Tania Arias, vocal del CJT, indicó que los conjueces trabajarán en el mismo edificio de la CNJ, en Quito y  que las salas estarán integradas por personal judicial administrativo y jurisdiccional, dentro del  modelo de gestión del organismo, que empezará a funcionar dentro de un mes.

Ayer los conjueces participaron de un taller para conocer cómo van a funcionar las salas y el trabajo entre los tribunales de admisión y el trámite de las causas.