Julia Mejía es la viuda de un cangrejero. Su hija Elena también conoce la experiencia de estar casada con un hombre cuya “oficina” está ubicada junto al mar, ya que su esposo  también atrapa cangrejos para mantener a su familia.

Ellas, junto a  un grupo de mujeres casadas con los pescadores de la  Unión de Organizaciones de Cangrejeros, Pescadores Artesanales y afines “Riveras del Golfo de Guayaquil” prepararon ensalada, arroz y fideos con crustáceos del tipo rojo.

Lo hicieron para crear la tercera edición del “Festival del cangrejo”, un evento gastronómico que atrapó ayer  la atención de los guayaquileños y turistas.   

“Yo creo que uno de los mejores atractivos de esta ciudad es comerse un   arroz con cangrejo brillantito”, decía José Espinoza, oriundo de Machala, mientras se sentaba en una de las mesas colocadas para el evento.

José visitó la ciudad para realizar una serie de trámites y  encontró de casualidad el festival  realizado en el soleado pasaje Illinworth, de la  Gobernación.

A Eloy Flores le toma cinco minutos atrapar todos los cangrejos que unidos forman un atado y que ayer se sirvieron en preparaciones que costaban $3 y $3,50.

“Tengo quince años trabajando en la Isla Puná, voy con 8 ó 10 compañeros”, explica este hombre de piel bronceada y manos curtidas por la faena pesquera.

Desde las 10:00 empezaron a llegar los curiosos. “Yo estaba por el Municipio, pero el olor único del arroz con cangrejo me trajo hasta acá”, contaba Lucía Andrade.

Largas filas se iban formando frente a los grupos de mujeres que servían generosas porciones.

“Los pescadores buscan el producto desde Samborondón hasta Puná”, contó  Mariana Pincay, secretaria de la Unión.

Esta organización está conformada por 25 asociaciones de pescadores y cangrejeros, señala Manuel Mejía, quien preside el grupo.

“Nos gusta que las personas, además de las autoridades, conozcan nuestro trabajo, por eso organizamos el festival” anota.

La banda de la Comisión de Tránsito del Ecuador musicalizó la comida con mambo.