Una denuncia por un supuesto caso de acoso sexual sacude a la selección ecuatoriana de fútbol femenino. El hecho vincula a tres integrantes del cuerpo técnico: el entrenador Luis P., el médico Héctor B. y el preparador físico Tomás A. La denuncia fue presentada por la futbolista María G.

El presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Francisco Egas, advirtió este lunes 22 de abril que tomarán acciones inmediatas y separaron a todos los denunciados. Además apoyarán las investigaciones de la justicia ordinaria para determinar a los responsables y conocer si existen más jugadoras afectadas.  

Egas comentó que los indicios, documentos y denuncias, lo llevan a pensar que los casos de acoso en la selección femenina no son nuevos y que además se conocían desde el anterior directorio de la Ecuafútbol.   

La FEF publicó un comunicado este lunes 22 de abril donde ratificó las palabras de Egas y resolvió: “dejar de contar con los servicios de los profesionales involucrados en aras de la tranquilidad, confianza y seriedad que debe primar como valores importantes en el desarrollo de sus actividades”.

En entrevista con la radio La Redonda, Luis P. señaló que solicitarán una reunión con el directorio de la FEF para tratar el tema.

El ente que maneja el balompié nacional ya conocía del tema hace un par de semanas e inició indagaciones puertas adentro. La semana pasada se reunieron con todo el cuerpo técnico y les solicitaron la renuncia, pero se negaron a presentarla.

“Sin violar la presunción de inocencia, la FEF no puede tener en sus filas a profesionales involucrados en este tipo de dimes y diretes. Más allá de que la justicia determinará la culpabilidad, no podemos tener a profesionales, ni siquiera en duda en cuanto a su integridad y manejo”, dijo Egas en la radio Área Deportiva.

El profesional fue designado entrenador de la selección femenina el año pasado (2018) y arrancó el proceso con el equipo para los próximos torneos regionales.  

Según la denuncia presentada en la Fiscalía de Pichincha, los hechos se suscitaron entre mayo de 2018 y marzo de este año. La jugadora de 19 años, oriunda del sector de El Tigre, en Esmeraldas, fue convocada por primera vez a la selección ecuatoriana en abril del año 2018.

La “Tri” femenina realizó un amistoso contra la selección de Esmeraldas y tras el choque, cuatro futbolistas fueron elegidas para entrenar con la selección.

El equipo se preparaba para los Juegos Suramericanos Cochabamba y ella no fue elegida entre las que viajaron a Bolivia. Posteriormente, según relató, el DT le empezó a enviar mensajes, en los que le solicitaba que le envíe fotografías íntimas. “Me amenazaba con que si contaba algo, me sacaba de la selección”, se lee en la denuncia.

Indicó también que el asistente le dijo que le darían dinero para que no cuente nada de lo ocurrido. Mientras estaba lesionada y se recuperaba de esa dolencia relató que el médico intentó besarla en algunas ocasiones en las sesiones de rehabilitación. También involucró al asistente técnico Andrés E., por dirigirse a ella en términos racistas. Mientras estaba con la selección debía justificar sus ausencias en la universidad, pero no recibía documento alguno, por lo que perdió el semestre.

En una de las últimas concentraciones en las que estuvo, en marzo, el preparador físico les retiró los celulares a todas las futbolistas y cuando se los devolvieron, el de ella estaba formateado. Desde ahí, cuenta en su denuncia María G., ya no fue considerada en la selección y tampoco su hermana, que también practica este deporte.  

El DT indicó que la futbolista es “utilizada por personas enemigas de la FEF”. En ese sentido explicó que Karina A., quien era fisioterapeuta del equipo femenino, fue separada del cuerpo técnico. “Ella es hija de un opositor del actual directorio de la FEF; la denuncia es auspiciada por la doctora en mención. Es algo político y vamos a presentar nuestras pruebas”, se defendió. (I)

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El técnico Didier Luna, investigado en Colombia

Un caso similar ocurrió recientemente en Colombia, cuando futbolistas de esa selección denunciaron al entrenador Didier Luna y el preparador físico Sigifredo Alonso.

La fisioterapeuta Carolina Rozo y la jugadora Angie Cano denunciaron a ambos miembros del cuerpo técnico por acoso. El mes pasado, la fiscalía colombiana le imputó el delito de acoso sexual a Luna, quien se declaró inocente.

Está previsto que en esta semana se lleve a cabo la audiencia de imputación de cargos contra el entrenador, pues también apareció otra denuncia que vincula a menores de edad.

El escándalo no solo fue referente a acoso sexual, sino que también aparecieron jugadoras que mostraron las precarias condiciones y negligencia dirigencial que vivió el combinado.

“Nos sentimos amenazadas, no nos pagan, ya no nos dan vuelos internacionales, los uniformes son viejos. La federación ha cortado jugadoras por hablar. Un empleado trató de venderme mi propia camiseta”, dijo Melissa Ortiz a través de una serie de videos donde denunciaron este tipo de tratos en la selección.

La Federación Internacional de Futbolistas (FIFPro) se hizo eco de la denuncia y respaldó a las futbolistas colombianas. (I)