Existe verdadera curiosidad en el fútbol español por ver cómo le va a Zinedine Zidane en el banquillo del Real Madrid, ese destino fascinante y fatal, cuyo intento de conquista en el siglo XXI, como en otra época las grandes cimas del Himalaya, ha dejado ya un montón de cadáveres. Desde José Mourinho a Rafael Benítez, el último DT devorado por la avidez de la bestia ‘merengue’.   

Esta glotonería deportiva no impide, sin embargo, que haya una larga cola de voluntarios dispuestos a probar fortuna en el equipo ‘blanco’. No son gente engañada, ni mucho menos. Todos saben que esos sillones ergonómicos del Santiago Bernabéu, en los que cualquiera se hundiría feliz, sonriendo como un osito de peluche, son en realidad una silla eléctrica en la que achicharran a los DT con una frecuencia que recuerda a los tiempos de la guillotina en la Revolución Francesa. Pero es lo de menos. La atracción que ejerce ese abismo es insuperable.      

La expectación sobre Zidane tiene que ver con su capacidad para resistir el voltaje letal del banquillo ‘blanco’. La ventaja es que ‘Zizou’ dispone del crédito de los mitos andantes. La afición del Real Madrid le adora y los jugadores le admiran hasta el punto de sentirse honrados de que les dirija un tipo que jugó al fútbol mejor que cualquiera de ellos.

Con el genio galo, el madridismo parece haber recuperado ese estado de deslumbramiento hipnótico que provocan las apariciones providenciales, como es que Zidane haya sustituido a Rafa Benítez, la diana de todas las iras ‘merengues’. Por el momento, las revueltas aguas del Real Madrid parecen haber regresado a su cauce. Con la excepción del empate a domicilio ante el Betis, los resultados y el juego ante equipos accesibles han sido aceptables para los exigentes aficionados ‘blancos’, pero, ¿qué sucederá cuando comiencen los disparos y el Real Madrid, supongamos, no logre superar al Atlético de Madrid en el encuentro que tienen el 27 de febrero?

La mayoría de los seguidores habla de Zidane como del Mesías. Por eso, en estos casos, es mejor escuchar opiniones neutrales y estas coinciden en que el francés debe disipar aún muchas dudas. Sencillamente, porque el Real Madrid sigue siendo un equipo poco trabajado, un tanto indolente y algo desequilibrado como para destronar al Barcelona o al Atlético de Madrid, que  parece haber desplazado al Real como el equipo favorito de los madrileños. Dicho de otro modo: cansada de la simpleza ‘merengue’, la gente ha comenzado a admirar la mayor virtud que Diego Pablo Simeone ha insuflado como director técnico al equipo que, a diferencia del elitismo burgués del madridista, siempre congenió con el pueblo trabajador de la capital de España, el derrotado. Pero eso era antes.   

El ‘Cholo’ ha edificado un equipo sobre los valores que el Madrid adolece y esto le hace temible. Para empezar, ninguno de los DT que han desfilado en los últimos años por el Real Madrid ha conseguido incentivar la competencia dentro del plantel como lo ha hecho Simeone en sus 4 años al frente del Atlético.

Tensionar a los futbolistas, motivar al grupo es, sin duda, la gran obsesión del argentino. Fueron muchos los que no entendieron el fichaje de Fernando Torres, un jugador en claro declive que puede estar dando sus últimos pelotazos con la camiseta rojiblanca, pero el objetivo de aquella operación era clarísimo: dar mayor voltaje todavía a la competencia dentro del equipo, en este caso a través de una leyenda del club a la que se le recuperaba y que aún puede poner en aprietos a cualquiera durante un entrenamiento.

Cómo será el nivel de competencia que ha logrado el ‘Cholo’ en el Atlético que un tipo como el uruguayo Cristian ‘Cebolla’ Rodríguez, capaz de liarse a dentelladas con un cocodrilo y luego degustar un mate tranquilamente, no pudo hacerse con un hueco y ha acabado en el Independiente.

El Atlético no solo se ha convertido en un rival enconado para cualquier equipo de los considerados poderosos, sino que ha ido adquiriendo progresivamente tanta fiereza que hoy discute la corona territorial al grandioso y perturbado Real Madrid. Pese al indisimulado complejo de superioridad que el club ‘merengue’ siempre restriega sobre el escudo de armas ‘colchonero’, y ahí la diferencia en el número de títulos a favor del Madrid es abismal, no hay día que sus seguidores observen con cierta envidia la obra construida por Simeone a la orilla del río Manzanares.

Al contrario de Zidane, el ‘Cholo’ entregó el liderazgo de su escuadra a un par de centuriones como Godín y Gabi, que hasta en las fotos oficiales parecen posar para una rueda de reconocimiento policial.

Los números cantan: el Atlético es el equipo menos goleado de Europa. Ahora bien, la inquina mayor o menor que los seguidores del Real Madrid dispensan a los ‘colchoneros’ no debería impedir a su nuevo DT emular algunas de las virtudes que Simeone ha introducido en su equipo.

Aunque ambos representaban dos estilos antagónicos cuando eran jugadores, si Zidane quiere sobrevivir al vértigo ‘merengue’ no le vendría mal asumir la rocosa perseverancia que el ‘Cholo’ exige a sus futbolistas y, sobre todo, el trabajo sostenido en un proyecto deportivo de una enorme exigencia para el jugador. Si deja que las cosas sigan el mismo rumbo, es probable que el banquillo madridista vuelva muy pronto a oler a azufre. (I)

Luka Modric: "Zidane es un ídolo,  cada consejo que da es un tesoro"

El centrocampista croata del Real Madrid, Luka Modric, recordó ayer que su actual técnico, el francés Zinedine Zidane, era “un ídolo” y tiene claro que ahora en su papel desde el banquillo “cada consejo que da es un tesoro”. “Zinedine era un ídolo, uno de esos jugadores a los que admiraba cuando era niño. Creo que todos los chicos lo admiraban, fue uno de los mejores de su generación”, le dijo Modric al portal www.fifa.com.

Por ello, el centrocampista madridista cree que cada consejo que puede dar el francés es un tesoro y ayudará a mejorar en el campo, elogios que también concede a Cristiano Ronaldo, que “como compañero es increíble” y, en su opinión, “el mejor jugador del planeta”.

“Compartir vestuario con Cristiano es motivador. Puedes aprender mucho de él: su deseo, lo fuerte que trabaja cada día, su esfuerzo. Es impresionante”, aseveró Modric del delantero portugués.

Por otro lado, respecto a su selección, considera un halago que se les compare con la generación de los Suker, Boban, Jarni y Bilic, que fue tercera en el Mundial de Francia de 1998, “sobre todo si se tiene en cuenta lo buenas que han sido otras selecciones croatas del pasado”. “Pero solo el tiempo dirá si esos elogios son merecidos. En competiciones como la Eurocopa, hay muchos factores que pueden resultar decisivos. También se necesita tener esa dosis de suerte de tu lado. Esperamos que sea el caso. Tenemos todas las condiciones, sin dudas, pero veremos hasta dónde llegamos”, expresó Modric, quien opina que el cambio de Niko Kovac por Ante Cacic les trajo “paz y confianza” porque había “mucha negatividad en torno al equipo”. (I)