Liverpool y Flamengo se medirán este sábado a las (12:30 de Ecuador) en Doha por la corona del Mundial de Clubes, en una reedición de la final de 1981, con recuerdos amargos para los ingleses y dulces para los brasileños que sueñan con poner el broche de oro a una temporada histórica.

El conjunto “Red”, campeón europeo, aspira a conseguir su primer Mundial de Clubes, una competición maldita para ellos con tres derrotas en tres finales disputadas (1981, 1984 y 2005).

En dos de esos tropiezos tuvo a equipos brasileños como rivales. En 2005 cayó ante el Sao Paulo (1-0) y en 1981, cuando aún se llamaba Copa Intercontinental, salió goleado 3-0 frente a su adversario de hoy.

Han pasado 38 años desde ese partido en el que el cuadro carioca, liderado entonces por “Zico”, pasó por encima del Liverpool, que venía de vencer al Real Madrid en la final de la Copa de Campeones de Europa.

El entrenador del equipo brasileño, el portugués Jorge Jesús, elogió a su colega Jurgen Klopp antes de la final.

“Es uno de los grandes entrenadores del mundo. Sé que vio partidos míos en Portugal y consigue analizar esas particularidades. Es un creador. Su equipo juega con un 4-3-3 distinto. Él es diferente”, comentó.

Admitió la superioridad de la plantilla del campeón europeo, aunque se mostró confiado en igualar el juego por medio de la táctica.

“La diferencia es que los europeos tienen a los mejores jugadores del mundo. Flamengo no tiene a los mejores jugadores del mundo, pero cuenta con buenos jugadores”, explicó.

El Liverpool tendrá dos bajas seguras, Matip y Fabinho; y dos incógnitas para el once, pues Wijnaldum no se entrenó ayer y Virgil Van Dijk se ejercitó normalmente, pero es posible que no esté al 100%. (I)