La celebración del gol se siente mejor con el abrazo de los hinchas

El jueves 2 de septiembre del 2021 no era un día cualquier para el Ecuador, era una fecha soñada por todos los futboleros y es que el llegar al estadio Rodrigo Paz Delgado ya fue una travesía especial porque desde las calles obstaculizadas hasta el ver los puestos de camisetas de La Tri, ya te introducía en un ambiente futbolero. Llegar a Ponciano no fue sencillo, el tráfico se tornó intenso por la avenida Mariscal Sucre, pero con una música de Ecuador a todo volumen la espera valía la pena. Al arribar al perímetro de Casa Blanca se pudo ver al personal de la Policía Nacional y Agentes de tránsito quienes estaban encargados del operativo de seguridad y además te guiaban por dónde ingresar, algo que hay que destacarlo ya que la amabilidad no podía faltar en este día. 

Parquear en la Jhon F. Kennedy, a una cuadra del ingreso principal del estadio, tuvo un costo de $3 y el señor que cuidaba los vehículos tenía un semblante que transmitía confianza y te decía "usted vaya a disfrutar tranquila, aquí estoy hasta las 9 de la noche" y como no disfrutar si jugaba la tricolor querida con su hinchada, lo que tanto se extrañaba, la esencia pura del fútbol. 

Antes de entrar al escenario deportivo era justo y necesario hacer un paneo completo de todo lo que sucedía alrededor y las camisetas con los colores de Ecuador abundaban en la calle del estadio, nadie quería entrar sin su indumentaria. Los vendedores ofrecían la piel de La Tri en $5 y $10 "lleve ya nos quedan poquitas, no se quede sin la suya", esas palabras conquistaban a cada ecuatoriano que llegaba a ver el fútbol sin su camiseta, por ello preferían adquirirla y vivir por completo esta pasión.

Los filtros no podían faltar y es que en medio de una pandemia cumplir los protocolos de bioseguridad es fundamental. El personal delegado se encargó de desinfectar a cada hincha y revisar sus pertenencias porque estaba prohibido ingresar con alimentos, proyectiles y bebidas alcohólicas, así que como nadie quería quedarse afuera cumplieron a cabalidad con todos los requisitos. 

Las entradas con el código QR fue una particularidad porque el adaptarse a la nueva modalidad de tener el boleto en digital no fue tan sencillo para los aficionados, sin embargo se arriesgaron y lo consiguieron. 

Habían compatriotas de todas partes del país, otros que llegaron del extranjero y aprovecharon el momento para ver a La Tri y se notaba en sus ojos que lo único que buscaban era gritar un gol que nos acerque más al mundial de Catar 2022. 

En el partido los agravios a los árbitros y el equipo rival se hicieron presentes desde el primer tiempo y es que Ecuador tenía que hacer sentir su localía con ese aliento único de la fanaticada que entonó el himno nacional a todo pulmón y el 'sí se puede' a cada momento. 

Cuando llegó el gol de Félix Torres el estadio Rodrigo Paz Delgado volvió a vibrar después de algún tiempo. El grito de gol es el que les hizo olvidar todo a los hinchas que de inmediato se abrazaron para sentir que por un momento lo negativo no existía.