El estadio Olímpico Atahualpa de Quito se viste de gala para ser sede de la primera final de la Recopa Sudamericana, que enfrenta al campeón de la Copa Libertadores, Flamengo de Brasil, y de la Sudamericana, Independiente del Valle de Ecuador, quienes obtuvieron esos títulos el año pasado.

Será la tercera ocasión que el histórico escenario reciba una final de un torneo continental de clubes. El periodista y estadístico Jorge Baldeón Medina recordó que en 1970 el Atahualpa recibió la definición de un certamen oficial llamado Recopa Sudamericana de Clubes, en la que participaron los terceros ubicados de cada país afiliado a la Conmebol.

El Nacional (Ecuador) y Mariscal Santa Cruz de Bolivia disputaron el título. En Quito, el 19 de abril de ese año, igualaron 0-0 y en la vuelta el conjunto boliviano se quedó con la gloria.   

Mientras que la segunda se vivió en 2016 cuando Independiente del Valle enfrentó a Atlético Nacional de Colombia por la Libertadores. El cotejo terminó igualado 1-1 y en Medellín los “cafeteros” vencieron 1-0 y lograron la segunda estrella de su historia en el certamen.    

La tercera vez se tendrá lugar en pocas horas, el encuentro iniciará las 20:30 locales (22:30 de Brasil), en un recinto que tendrá una buena presencia de público, dividido no solo entre los contendores, sino en cientos de aficionados de otros elencos ecuatorianos que siente afinidad también por los “negriazules”.

En los exteriores los hinchas se agrupaban en el sector en el que confluyen las avenidas Seis de Diciembre y Naciones Unidas. Mientras que en el interior se fueron ubicando en las localidades.

Las mismas que al principio lucían con poco público pero que al acercarse la hora del partido se fueron poblando.

El compromiso servirá para que la Concentración Deportiva de Pichincha, dueña del recinto, estrene, en un evento Conmebol, las nuevas luminarias.