Aunque Taylor Swift siempre aparece nominada en las categorías de música country, pero lo que menos parece es una cantante de ese género. Su sonido, su voz e incluso sus videos son cada vez más pop.

Ese estilo le ha servido para llevarse 7 premios Grammy en una carrera que ya lleva 10 de los 25 años que ayer cumplió la cantautora nacida en Reading, Pensilvania.

La rubia artista, quien entrenó duro para interpretar a múltiples personajes -incluso a una cheerleader- en el reciente clip ‘Shake it off’, ostenta 4 discos multiplatino por sus ventas.

Muchos se rieron cuando Swift fue ridiculizada por el rapero Kanye West en la ceremonia de los Premios MTV 2009, aquella vez que él le quitó el micrófono para gritar que Beyoncé era quien merecía ganar. Hoy, la que ríe es ella, quien incluso ha sacado provecho de sus múltiples decepciones amorosas.

En cuestión de una década ha sido conocida por su carácter enamoradizo. Entre sus novios más conocidos están Joe Jonas, de los Jonas Brothers (2008); el actor Taylor Lautner, de la saga Crepúsculo (2009);el guitarrista John Mayer (2009-2010); el también histrión Jake Gyllenhaal (2012), Conor Kennedy, quien es sobrino nieto del fallecido presidente John F. Kennedy (2012);Harry Styles, del grupo One Direction (2012-2013); y actualmente con Matt Healy, líder de la banda The 1975 (2014).

VIDEO

Su más reciente éxito es el álbum  1989, que es el año de su nacimiento. Además, ha sacudido a la industria con su bloqueo deliberado de Spotify y los servicios de streaming pagado, de los que se decía que eran el ‘salvavidas del negocio de la música’, pero no han logrado hacer felices a los artistas. De la presunta ingenuidad Swift ha saltado a ejercer un activismo contra Spotify, que nadie predijo.

De 1989 se desprende ‘Blank space’, que supone la narración de lo que fue su brevísimo romance con el veinteañero Kennedy.

Recién en los American Music Awards, donde fue galardonada, cantó ese tema en vivo con una coreografía impactante en la que relata -según la letra- que los hombres la quieren, pese a cómo enloquece ella y que al final ella escribe el nombre de sus novios en un espacio en blanco.

Han pasado 8 años desde su álbum homónimo con que debutó, en el que, apenas a los 16 años, recogía la influencia de las Dixie Chicks y Shania Twain, además de un círculo de compositores de Nashville. Y ya para 2009 estaba en la tarima de los MTV, habiendo iniciado una nueva ola para la música country, que empezó a conectarse con el público adolescente de Estados Unidos al aliarse con el pop.

Desde entonces, han sido 5 los álbumes en estudio publicados cada 2 años con exactitud de relojero: Taylor Swift (2006), Fearless (2008), Speak Now (2010), Red (2012) y el ya mencionado 1989 (2014).

Con Fearless logró cruzar esa frontera entre géneros, pues fue elegido álbum del año en los Premios Grammy de 2010.

En este nuevo trabajo, Swift es ‘otra’ persona: se muestra sarcástica y atrevida, y deja claro que la casa donde se forjó como artista hoy ya no es Nashville, sino Nueva York.

Confiesa que a su cuarto de siglo recién cumplido vive el mejor momento de su carrera. “Me gusta realmente mi vida en este momento. Tengo amigos alrededor mío todo el tiempo, he trabajado mucho. Amo el nuevo álbum que hice y me mudé a Nueva York para ser feliz”, ha dicho a revistas como Rolling Stone, donde recientemente apareció en la portada, empapada y con las manos en los bolsillos traseros de su jean.

Swift está consciente de que es una figura pública, y reveló que nunca se siente del todo segura, pues siempre hay alguien especializado en saber sobre su privacidad.

“Hay gente dañina que trabaja a tiempo completo tratando de averiguar cosas que uno no quiere que el mundo sepa. Yo cuido mi vida privada. Ellos miran tu carrera, qué cosas priorizas y luego tratan de descubrir qué cosas serían las más dolorosas o vergonzosas. Por ejemplo, yo no me fotografío desnuda ni nada por el estilo. Nunca me paseo así ni siquiera por la ventana de mi casa. ¿Por qué hacerlo? Soy muy celosa con eso. Así que me asusta pensar cómo de valioso sería un video mío cambiándome de ropa. Es triste tener que estar buscando cámaras ocultas en cambiadores y cuartos de baño. No voy andando por ahí desnuda con las ventanas abiertas porque hay un valor en eso”, reveló con relación a los ‘celebgate’ (la filtración de fotos sin ropa de los famosos, a través de hackers), una Swift cada vez menos country.