Una campaña para que las personas tomen conciencia sobre el acoso escolar (conocido por su término en inglés: bullying) es la que actualmente mantiene en marcha la reina de Quito, Silvana Di Mella. Esta joven de 24 años es psicóloga industrial y antes de su reinado participó en distintos proyectos sociales, como por ejemplo en la construcción de casas en el programa Un techo para mi país.

Además, lideró por dos años seguidos un campamento vacacional para niños de escasos recursos y formó parte del equipo de trabajo que construyó el proyecto de la fundación Cristo de Miravalle, el cual benefició a decenas de menores de edad con problemas económicos. Colabora también en un programa de responsabilidad y sensibilidad social sostenible en el orfanato San Vicente de Paúl y es conocida por organizar agasajos en Navidad para los niños y niñas del sector de Amaguña.

Silvana hizo sus estudios de psicología industrial en la ciudad canadiense de Ottawa, donde se graduó con honores. Cuando fue coronada como reina de Quito, en noviembre de 2012, propuso como plan de trabajo “una ciudad más amigable y que provea oportunidades como: salud, bienestar, áreas verdes que inviten a la actividad física, a la unión familiar y a la igualdad”.

Pero con el paso de los meses han aparecido distintos proyectos en su camino, uno de estos es ‘Bullyng: un drama que crece en silencio’ con el que visita distintos colegios de la Capital.

¿Cuál es el objetivo de esta campaña?
Queremos llegar a los jóvenes con dos mensajes: romper el silencio, porque muchas de la víctimas se quedan callados por la vergüenza y el miedo a ser agredidos, que le cuenten a sus padres y maestros para detectarlo a tiempo y que no sufran baja autoestima. Y el otro punto es que entiendan que el chico popular o chévere no es el que molesta a los demás o el que agrede, sino el que fomenta el respeto a pesar de las diferencias. Se darán charlas en 50 colegios de la ciudad de Quito en la que los chicos intervienen y cuentan sus testimonios.

A parte de las charlas en los colegios, ¿qué más se hará para llegar con el mensaje?
Hemos realizado dos comerciales de televisión que se transmiten en siete canales nacionales, también una cuña de radio que suena en más de cinco radios.

¿Tuvo alguna experiencia de acoso escolar es su etapa de estudiante?
Yo era la típica niña que molestaban y nunca quise decirle a mis padres para no quedar como chismosa, aunque después les conté; pero era una simple burla, nada serio. Es importante diferenciar lo que es bullying, que es un caso extremo de acoso.

¿Por qué decidió acoger este proyecto en su plan de trabajo?
Porque nos dimos cuenta que la reina de Quito se enfocaba mucho en el Centro Infantil Aprendiendo a Vivir, que es parte de la Fundación Reina de Quito y que desde hace 15 años atiende aproximadamente 130 niños con síndrome de down. Durante el año la reina debe hacer diferentes eventos para conseguir fondos suficientes para sostener el centro, y creo que de a poco se convirtieron en las reinas del centro infantil y se alejaron de la ciudad. Con la campaña del bullyng quiero conectarme con los jóvenes y ser una reina más cercana a la comunidad.

¿Cuál es el propósito del centro infantil?
Que los niños ingresen a la escuela regular, y que a pesar de su discapacidad sean respetados y tratados como una persona totalmente normal.

¿Siempre estuvo en sus planes ser reina de Quito?
Me llamaba la atención en el ámbito social, pero no me gustaba la parte de las fotos, la pasarela o hablar en público, todo eso me frenaba. Apenas terminé mis estudios universitarios de psicología en Canadá regresé a trabajar en Quito y estuve durante un año y medio en una empresa, en el área de recursos humanos. Mi papá fue el que insistió en que participe en el reinado porque sería una oportunidad bastante linda para trabajar en la parte social.

¿Qué tal la experiencia de dejar el país y conocer otra cultura?
Cuando terminé el colegio me radiqué cuatro años en Canadá, y es un país muy lindo, con gente de todo el mundo, pero muy frío también.

¿La idea de regresar a Ecuador estuvo presente en su mente?
Siempre extrañé a mi ciudad, el cariño y carisma de mi gente, la comida, y sobre todo mi familia porque era la primera vez que me separaba de ellos, tenía 17 años, pero me sirvió para conocer el mundo real. Yo era la única ecuatoriana de la universidad, me fui sola, entonces fue un poco difícil al principio, pero me ayudó a desarrollarme y a crecer mucho.

¿Qué comida extrañaba cuando no estaba en el país?
El locro de papas, me encanta con mucho queso y aguacate.

¿Y sabe prepararlo?
No, solo sé comerlo. También me fascina el ceviche y los platos que me hace mi mamá. Pero en Canadá me tocaba hacer de todo al mismo tiempo: limpiar, prepararme la comida, estudiar, ir a la universidad. Era una vida muy ajetreada.

¿Al regresar a Quito se independizó?
No, volví a la casa de mis padres.

¿Cómo divide ahora su tiempo?
No tengo tiempo para nada. Cuando uno es reina sabe que va a dedicarse a la gente y a la ciudad porque esa es la prioridad. Siempre hay un evento importante al que asistir.

¿Y en los momentos libres?
Mi familia es lo más importante para mí, todos somos muy unidos y el poco tiempo que tengo lo paso con mis padres, mis dos hermanos y mis amigos.

¿Practica algún deporte?
Me gusta montar a caballo y estar en el campo.

¿Qué metas quiere cumplir una vez que entregue la corona?
Me gustaría seguirme desarrollando en psicología y hacer un masterado en esa misma área, pero uno nunca sabe lo que pasará. Luego de esta experiencia de ser reina te cambia la vida, y es lo que me ha pasado en estos cinco meses. Mucha gente me pregunta qué haré luego del reinado, pero lo único que sé es que voy a estar involucrada siempre en la Funda