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El Telégrafo
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Leonardo DiCaprio seduce a sus directores al estilo Gatsby

Leonardo DiCaprio seduce a sus directores al estilo Gatsby
07 de septiembre de 2013 - 00:00

Antes de nacer Leonardo DiCaprio ya estaba vinculado al mundo artístico. De hecho, biografías del actor dicen que su nombre fue una ocurrencia de su madre, Irmalin, una secretaria de origen alemán, mientras visitaba el Ufizzi. Ella vio un cuadro de Leonardo da Vinci. Y coincidió que en ese momento el bebé que esperaba hace 38 años comenzó a darle patadas.

Su padre, George, un productor de tiras cómicas italiano, y su madre se divorciaron, pero a Leonardo nunca le faltó el cariño de ninguno de ellos. Desde niño quiso inventarse otros mundos, y no porque el que le había tocado en suerte fuera malo, sino por un afán incansable por descubrir nuevos comportamientos. Ya siendo un actor famoso, Leonardo confesó: “Lo mejor de actuar consiste en que me evado de mí mismo para convertirme en otro y que, además, me pagan por ello. Es algo genial. Al menos para mí, que nunca estoy seguro de quién soy. Parece que así puedo cambiar cada día”.

Su carrera ante la cámara se inauguró con un anuncio publicitario de una conocida marca de leche. De ahí a la fama, pasando por distintas series televisivas: ‘Roseanne’, ‘Santa Bárbara’ o ‘Los problemas crecen’. En el año 1991 rodó su primer largometraje, ‘Critters 3’. Solo dos años más tarde su nombre comenzó a ser conocido gracias a una extraordinaria interpretación, junto a otro grande, Johnny Deep, en la película de Lasse Hallstrom ‘¿Quién ama a Gilbert Grape?’.

 En compañía de Carey Mullighan, su coprotagnista en ‘El gran Gatsby’.Pero el pleno reconocimiento internacional no llegó hasta ‘Titanic’, cuatro años más tarde y firmando su currículo con títulos de la talla de ‘Vida de este chico’, ‘Vida de un rebelde’, ‘Romeo y Julieta’ o ‘La habitación de Marvin’.

Tras ‘Titanic’, cuando muchos cuestionaban sus habilidades para la interpretación, el mismísimo Woody Allen le seleccionó para ‘Celebrity’.

El mundo entero se rindió a sus pies... Y entre ellos, la bellísima Giselle Bundchen no pudo evitar enamorarse de un Leonardo DiCaprio que aún conserva un aire adolescente que le pinta eterno... Su historia de amor duró cuatro intensos años, y según se rumorea fue la modelo brasileña quien decidió poner fin a su noviazgo tras las constantes negativas del actor a formalizar su historia.

Leonardo, quien conseguía convirtiendo en “oro” todas las películas que tocaba, entre ellas ‘Gangs of New York’, ‘El aviador’ o ‘Diamante de sangre’, se cruzó en su vida con otra belleza, la israelí Bar Refaeli, con lo que muchos creyeron que llegaría a casarse.

Su relación duro seis intensos años, en los que a pesar de dejarse ver muy poco públicamente, su historia de amor iba viento en popa.

Sin embargo, una vez más DiCaprio dejó escapar a Bar, y la prensa especuló con la posibilidad del miedo al compromiso del intérprete.

En abril de 2011 Leonardo volvía a ser el “soltero de oro”, pero por muy poco tiempo, pues Blake Lively, la actriz de ‘Gossip girl’, conquistó al histrión. Lo que parecía ser un noviazgo estable, terminó como un leve romance y tras el verano tomaron caminos diferentes.

Lejos de contraer matrimonio, el protagonista de ‘Titanic’, quien ha sabido mantener una apariencia juvenil, pese a que se acerca a las cuatro décadas, no descuida su labor ecologista y a la vez selecciona minuciosamente sus papeles cinematográficos. También agranda su particular colección de arte.

Y es que en cada proyecto que se involucra deja enamorados a sus directores o compañeros de reparto. A Baz Luhrmann le gusta recordar al joven de 18 años que era Leonardo DiCaprio cuando protagonizó ‘Romeo y Julieta’ y compararlo con el hombre en el que se convirtió ahora, 20 años más tarde.

“Un hombre de verdad”, como lo describió el presidente ruso Vladímir Putin. Alguien que es bueno “porque disfruta con lo que hace”, dijo Clint Eastwood en varias ocasiones. Alguien capaz de dejar a Martin Scorsese sin palabras, “porque no las hay”, para describir lo que ocurre cuando actúa, “la profundidad psicológica y emocional a la que está dispuesto a ir y va”. Y es difícil dejar mudo al director de ‘El aviador’, ‘Gangs of New York’ o ‘Infiltrados’, algunas de las cintas rodadas con el que se convirtió en una de sus musas.

Luhrmann tampoco se anda con reservas: “Conocí a un joven con talento y ahora es un hombre en control. Un gran actor. Y no hemos visto ni la mitad de lo que es capaz de hacer”.

DiCaprio no necesita los halagos. Él será eternamente “rey del mundo” en la proa del Titanic. Lo sabe. Pero ahora fue visto sentado en el hotel Plaza de Nueva York, con Luhrmann, el director y el amigo, de nuevo a su lado, y con Tobey Maguire, junto con quien empezó en esta industria y con quien trabaja por primera vez en la misma película, en la habitación contigua. Parece que está dispuesto a bajar la guardia.

Los tres unidos dieron vida y forma a la esperada adaptación de ‘El gran Gatsby’, la nueva adaptación cinematográfica del clásico literario de F. Scott Fitzgerald, que lleva dos semanas en carteleras ecuatorianas y ha recibido buenas críticas.

DiCaprio habla de corazón cuando se refiere a sus amigos. Ese grupo es conocido como el “Pussy Posse”. En ese círculo están Tobey Maguire, Lukas Hass y Kevin Connolly, gente de la que no se separa desde la década de los noventa cuando un exultante DiCaprio cambiaba su pasaje de primera clase para ir a Australia a rodar ‘Romeo y Julieta’ por varios billetes de sencillos mortales y así volar con su séquito.

Los lazos siguen aunque los tiempos cambien. Ahora las aventuras adolescentes dejan paso a comportamientos más adultos. DiCaprio sigue soltero y sin hijos, pero fue testigo de la boda de Kate Winslet, ayudó a llevar el féretro de la madre de Connolly y es padrino de los vástagos de Tobey.

Y es que aunque su personaje de Jack Dawson lo acompañará toda su vida cual sombra. Este actor se involucró en otros proyectos cinematográficos que lo convirtieron en uno de los más solicitados de Hollywood, pero él se da el lujo de decidir cuáles quiere sumar.

De esta manera llegó en 2006, protagonizó ‘Diamante de sangre’ y ‘The departed’. Dos años más tarde protagonizó ‘Red de mentiras’, un largometraje de espías basado en la novela del mismo nombre, de David Ignatius. El mismo año, DiCaprio se reunió con Kate Winslet para la película de drama ‘Revolutionary road’, de 2008, dirigida por el entonces marido de Winslet, Sam Mendes.

El siguiente proyecto con Scorsese fue en 2010 en el thriller psicológico ‘Shutter island’, basada en la novela del mismo nombre de Dennis Lehane.

En 2011 DiCaprio también protagoniza ‘J. Edgar’, de Clint Eastwood, una película biográfica sobre J. Edgar Hoover, el controvertido primer director del FBI.

Después interpretó al villano “Monsieur” Calvin J. Candie en la película de Quentin Tarantino, ‘Django unchained’ y finales de este año aparecerá en la pantalla grande nuevamente de la mano de Scorsese interpretando a Jordan Belfort en la película ‘The wolf of Wall Street’, mientras tanto da de qué hablar con su actuación en ‘El gran Gatsby’.

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