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El Telégrafo
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La gala de la danza se convirtió en un hacedor de sueños

La gala de la danza se convirtió en un hacedor de sueños
07 de septiembre de 2012 - 00:00

El teatro principal del Centro Cívico Eloy Alfaro de Guayaquil se vistió de gala, la noche del miércoles, para albergar a alrededor de 200 artistas en una noche en la que se rindió tributo a la danza.

En esta velada, organizada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, el jazz, blues, breakout, flamenco, zarzuela, bulerías y por supuesto la danza clásica, fueron los protagonistas de este evento que se ha convertido en el hacedor de sueños de grandes y chicos, quienes buscan abrirse campo en este arte.

Tal es el caso de la bailarina Valeria Sánchez, quien a sus catorce años se ha convertido en una de las grandes promesas que tiene el país en este arte escénico, que nació en Italia en la época del Renacentismo (1400-1600).

Empezó a bailar desde que tenía tres años y medio de edad en la Escuela Rusa de Ballet, de la reconocida maestra Ana Wiesner, a la que representó esa noche como la estrella femenina de Suite de ‘El Corsario’, la misma que se desarrolla en tres actos. “Cuando estoy sobre un escenario soy la persona más feliz del mundo. Amo lo que hago y cuando se encienden las luces todos los nervios desaparecen”, comentó Sánchez, quien asegura que a través de la danza ha aprendido a conocer mejor su cuerpo y a ser más paciente y tolerante.

Aclara que el ballet no solo se debe disfrutar cuando se está sobre un escenario o en las horas de ensayo, sino que es como una “filosofía de vida” a la que se sigue desde que el danzante se levanta hasta que se acuesta. “Puede que no vaya a varias reuniones sociales o fiestas por atender todo el tiempo que demanda el ballet, pero esa es la comunión que tengo con el arte desde que lo conocí y llegué a sentir como parte de mi vida”, aseguró la bailarina, que también se ha presentado en varios recitales en Nueva York.

Y es que para Valeria el arte de bailar lo lleva en las venas, y por eso quiere dedicar su vida a esta pasión que la hace sentir especial y única, a pesar de los esfuerzos físicos que tiene que hacer por aprender, a la perfección, cada uno de los pasos de la danza.

07-09-12-mix-danza3Pero como todo esfuerzo tiene su recompensa, tras varios “summer” (vacacionales) en Estados Unidos, y por la pasión que pone a la hora de danzar, recibió una invitación para que por tres meses reciba clases en el mundialmente reconocido Teatro Bolshói de Rusia, el mismo que ha sido su sueño de toda la vida. “Nunca pensé que iba a conseguir esto a esta edad, porque allá van los mejores bailarines del mundo. El ballet ruso es lo mejor que existe y recibir esta invitación es ver cristalizado mis sueños”, comentó la estudiante del colegio Monte Tabor de Guayaquil, fiel admiradora de la bailarina Svetlana Zakharova.

Al igual que Valeria otros jóvenes artistas sueñan con hacer del baile una carrera, y poco a poco se han adentrado en este arte. Nils Díaz, quien bailó acompañado de 18 bailarinas la obra Hotel Nacional en jazz, asegura que el baile no es solo para mujeres y que los hombres también pueden abrirse campo en esta profesión artística. “Cuando era pequeño comencé a bailar porque tengo un tío que me enseñó pasos de hip hop y ahí nació en mí el baile. No solo bailo música clásica sino ritmos variados, y el hecho de ser hombre no me quita que pueda brincar, saltar o hacer piruetas”, expresó el danzarín de 16 años.

Manifestó que ya quiere cumplir su mayoría de edad para tomar decisiones y formar parte de alguna compañía de baile o viajar al exterior y especializarse. “Tengo muchos sueños y metas que quiero alcanzar. Sé que poco a poco lo voy a conseguir, pero por ahora le dedico varias horas al día para perfeccionar y alcanzar un mejor nivel. Algún día abriré mi academia y seré un bailarín reconocido”, acotó.

Otra de las bailarinas que está cumpliendo sus sueños en la danza es Gloria Febres-Cordero, quien en los próximos días viajará a Sevilla (España) para compartir experiencias con reconocidos bailarines de flamenco.

Durante la Gala de la danza recibió la ovación del público por la bulería que interpretó con toda la pasión que requiere este baile de juega flamenca. “Creo que aunque seas reconocido o no, siempre el artista debe estar en constante aprendizaje, y cada año se van consiguiendo logros y metas basados en el esfuerzo y dedicación que uno le ponga al arte”, señaló la bailarina, quien se autodefine como una mujer afortunada por vivir de este arte que conoció cuando tenía seis años.

De igual manera, Danny Villalonga también disfruta del baile flamenco. Inició desde que era tan solo un niño en su natal Cuba, y hoy por hoy es uno de los bailarines más representativos que tiene la isla caribeña.

Su amor y entrega lo han hecho acreedor de constantes invitaciones fuera de su ciudad y actualmente forma parte de la compañía Andanzas de Guayaquil, con la que hará una serie de presentaciones y dictará clases. “Estar sobre un escenario es vivir y ser feliz. Ahí te despojas de todo y te entregas por completo al público y al ritmo. Mi vida no podría estar más completa”, agregó.

Y así como Valeria, Nils, Gloria y Danny mostraron su pasión por el baile y dejaron sobre el escenario parte de sus sueños, otros 200 artistas también lo hicieron con la misma entrega y dedicación, teniendo como testigos a los más de 1.200 espectadores que se dieron cita para celebrar a la danza en Guayaquil.

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